El comunero Alberto Fabián advierte que antes los partidos políticos “nos dividían, venían prometiendo varias cosas y la gente se iba con uno y con otro”, pero desde el 2011 “no admitimos más partidos, aquí es el Consejo Mayor quien va a administrar, sin colores ni nada”.
Jaime Quintana, Isabel Sanginés y Gloria Muñoz - Fotos: Cecilia Girón, Alicia Ortíz, Agustín Ruiz, Isabel Sanginés y Jaime Quintana
COBERTURA ESPECIAL Desinformémonos
COBERTURA ESPECIAL Desinformémonos
Cherán, Michoacán. 5 de febrero.
Nada y todo ha cambiado en Cherán después del levantamiento purhépecha
contra los talamontes vinculados con el crimen organizado. Actualmente
están “más organizados” y gracias a un “proceso de lucha de más de nueve
meses”, hoy tomó posesión el Concejo Mayor Comunal, fruto de una lucha y
una sentencia emitida por el Tribunal Federal Electoral (TRIFE). Pero,
por otra parte, “continúa la tala de los bosques y el Estado sigue sin
garantizar justicia, seguridad y reconstitución del territorio”.
Durante la ceremonia de entrega del
bastón de mando a los nuevos integrantes del Concejo Mayor, el comunero
Pedro Chávez recordó la revuelta del pasado 15 de abril, cuando,
cansados de la tala clandestina e indiscriminada, de la extorsión y las
amenazas de la delincuencia organizada, decidieron rebelarse y,
encabezados por un grupo de mujeres y jóvenes “se levantaron, detuvieron
a cinco talamontes e hicieron sonar las campanas de la iglesia para
llamar a toda la comunidad. Ese día inició un movimiento que hoy cierra
una página pero no su lucha”.
Mientras coloca la ofrenda purhépecha en
la plaza central, María Rosario señala que en todo este tiempo han
pasado “mucha preocupación, susto para los niños, para las mujeres
embarazadas. Por la movilización muchas personas no recogieron la
cosecha y pues estamos con falta de maíz, y como acostumbramos a hacer
la tortilla pues sólo dios sabe qué nos va a pasar”.
Los nuevos representantes, elegidos bajo
sus propias normatividades, “nos ayudarán para estar más tranquilos.
Esperamos que con ellos cambien nuestros sustos y todo lo que pasamos y
que ya nos tranquilicemos”, insiste María Rosario.
Por su parte, Adriana y Lourdes, del
barrio cuatro, platican que desde que se organizaron contra la
delincuencia “estamos más cuidados y más protegidos de tanta
inseguridad. Como mujeres y como jóvenes andamos con más seguridad y más
libres en nuestra comunidad. Hoy es importante porque ya se nos tomó en
cuenta la protesta que teníamos. Y es por eso que es importante.”
El problema, sin embargo, está vigente,
señala en entrevista Salvador Campanur, comunero que ha llevado la
palabra de Cherán en diversos foros: “Nuestra lucha seguirá porque un
nuevo gobierno no es la solución para que desaparezcan las injusticias
en la región, un nuevo gobierno no es la solución para la inseguridad ni
para la falta de tranquilidad. El nuevo gobierno es un proyecto que
nosotros como comunidad vamos a seguir impulsando para que regrese la
seguridad, la justicia, la democracia. Esto no termina aquí”.
En una ceremonia que mezcló rituales
purhépechas con actos cívicos y religiosos, con la participación de los
cuatro barrios que conforman la comunidad, los 12 integrantes del nuevo
Concejo Mayor (tres representantes por cada uno de los barrios),
recibieron el bastón de mando, símbolo central de la sabiduría y el
servicio en esta región.
“Los funcionarios piensan que nos están
haciendo justicia hoy por reconocernos nuestros derechos, pero esos
derechos los tenemos desde siempre, así es si ellos creen que reconocer
las tierras que nos legaron nuestros abuelos más antiguos y de las que
seguimos siendo dueños, es hacernos justicia, no es así. Estos son
derechos constitucionales y de derecho internacional como seres humanos y
pueblos indios, y son válidos en nuestro país. El gobierno se sigue
mostrando incompetente para brindar justicia, libertad y paz verdadera”,
insistió Campanur.
Alberto Fabián, otro comunero, advierte
que antes los partidos políticos “nos dividían, venían prometiendo
varias cosas y la gente se iba con uno y con otro y había pleitos entre
hermanos y entre parientes entre todos. Desde el 2011 no admitimos más
partidos, aquí es el Concejo Mayor quien va a administrar, sin colores
ni nada”.
El día arrancó de madrugada cuando, aún
en la oscuridad, se realizó una caminata hasta el cerro de San Marcos,
donde se llevó a cabo un ritual frente a la piedra conocida como El
Toro, símbolo del nacimiento de esta comunidad. Ahí se realizaron
cantos, ofrendas y cantos, “para iluminar a los que van a
representarnos”.
Los representantes de las instituciones
estatales escucharon desde la mesa principal los reclamos de una
comunidad que les reprochó que debido a “su indiferencia y complicidad”
los talamontes arrasaron con más de 20 mil hectáreas de bosques, de un
total de 27 mil. Todos, recordó Pedro Chávez, “nos dijeron que el
problema no era de su competencia”. El problema, insistió, “no se ha
resuelto y por eso seguimos teniendo las mismas banderas: justicia,
seguridad y reconstitución de nuestros bosques”. Aunque con menor
medida, dijo, “sigue la tala, mientras los policías estatales hacen
funciones de maniquí. Ningún representante de las instituciones vino a
hacer sus funciones a este pueblo y fue la fuerza de la comunidad la que
los logró parar”.
“Hoy entramos a una nueva vida”, señala,
más optimista una de las mujeres a cargo de la comida comunitaria. Y,
en el mismo tono, Alberto Fabián confirma que está “contentísimo”, y “ya
verá cuánta gente se va a integrar”.
Fuente: Desinformémonos