La última huelga estatal de la enseñanza pública el pasado 22 de mayo fue una demostración de fuerza de la comunidad eductiva en Cataluña. La buena participación en los paros y la multitudinaria manifestación por parte de todos los sectores de la educación nos da el empuje necesario pero no suficiente.
Las circunstancias además en un marco social general de denuncia contra el espejismo de la crisis, de apoyo y participación tanto en la huelga como en últimas manifestaciones por parte de madres, padres y estudiantes, nos sitúan en el escenario propicio para dar contundencia a nuestra movilización si queremos echar atrás los graves ataques contra la educación pública que el gobierno pretende mantener a través de despidos masivos, el empeoramiento de nuestras condiciones laborales y el deterioro de la calidad de la educación a costa de recortar derechos fundamentales de igualdad de oportunid
Las circunstancias además en un marco social general de denuncia contra el espejismo de la crisis, de apoyo y participación tanto en la huelga como en últimas manifestaciones por parte de madres, padres y estudiantes, nos sitúan en el escenario propicio para dar contundencia a nuestra movilización si queremos echar atrás los graves ataques contra la educación pública que el gobierno pretende mantener a través de despidos masivos, el empeoramiento de nuestras condiciones laborales y el deterioro de la calidad de la educación a costa de recortar derechos fundamentales de igualdad de oportunidades para madres, padres y alumnos.
Para CGT, ahora hay que hacer un trabajo importante de coordinación de zonas y de toma de decisiones de los claustros sobre propuestas de acción y calendario de movilización que mantenga el clima de lucha y de organización de nuestro colectivo para planificar con el tiempo que haya una respuesta masiva y contundente que contemple para el próximo curso no comenzar las clases con paros sucesivas y continuadas. ¡En septiembre vaciamos las aulas!
Federación de Enseñanza CGT Catalunya
