Cádiz. Lo recalcan con exactitud en su denuncia. El hospital Puerta del Mar le hizo un cateterismo al delegado del Estado para la Zona Franca, José de Mier, de un día para otro mientras que su compañero de habitación, un señor de 67 años, Francisco Torralbo Nieto, tuvo que esperar 20 días para conseguir que le realizaran «la misma prueba».
La diferencia radica, según denuncian desde las secciones sindicales de Autonomía Obrera y CGT, en que «el paciente de la cama uno fuese un normal y sencillo ciudadano de a pié, mientras que el de la cama dos fuera un importante dirigente» político.
Tras recibir la denuncia echa pública por ambas formaciones, este periódico contactó con todas las partes implicadas. Por su parte, nada se comenta desde la Zona Franca mientras que desde el Servicio Andaluz de Salud se niega cualquier trato de favor diciendo que «a José de Mier se le trató como a un usuario más durante el ingreso y su intervención estaba programada para el día que se le hizo finalmente». La otra parte que resta es Francisco Torralbo Nieto, un hombre de 67 años de edad y residente en La Línea de la Concepción que afirmó ayer a este periódico que vivió «en primera persona» cómo tuvo que esperar esos 20 días desde el momento de su ingreso allá por el 17 de febrero para que el hospital le realizara un cateterismo.
Pero el asunto viene de atrás, según rememoran desde Autonomía Obrera y CGT. Francisco se halla en lista de espera para una «importante operación de cirugía cardíaca» desde el 20 de marzo de 2005, hace poco menos de un año. Entonces, los especialistas le sometieron ya a un cateterismo, prueba completamente necesaria para su posterior operación.
«Como era de temer», la prueba quedó invalidada con el paso del tiempo por lo que se hizo necesaria su repetición. Tanto para su cateterismo como para su intervención quedó citado por el SAS para ingresar el 17 de febrero. 20 días después consiguió su ansiada prueba.
Sin embargo, el pasado 2 de marzo, Francisco se encontró con que le ingresaban como vecino de habitación a alguien que afirmaba desconocer. «Se tenía que tratar de un señor con empresas o algo parecido porque le visitó la gente más importante del hospital y era continuo el devenir de los mejores médicos. De hecho un día recibió hasta a un concejal del Ayuntamiento». 24 horas después, el cateterismo de De Mier estaba listo pero él tuvo que acumular 6 días más a sus ya esperados 14.
«Trato dispar». Así califican la diferencia entre el día del delegado del Estado para la Zona Franca, José de Mier, y los veinte del linense Francisco Torralbo.
Fuente: diariodecadiz