CGT se ha concentrado hoy a las puertas de la Consejería de Sanidad de Valladolid, a las 12:00 y por espacio de más de una hora, reclamando a la Junta que garantice los puestos de trabajo de los 35 trabajadores encargados de la atención y la calidad del servicio que se ocupa de movilizar los recursos sanitarios en la comunidad autónoma.
El próximo 31 de diciembre, los 35 trabajadores de Madisón-Telecyl, empresa adjudicataria de la atención de emergencias sanitarias de Castilla y León desde hace 14 años, perderán sus puestos de trabajo al concluir la contratación por parte de la Consejería de Sanidad.
A partir del 1 de enero el servicio de emergencias 112 ya no se dividirá en protección civil, gestionado de la Consejería de Fomento, y emergencias sanitarias, subordinado de la Consejería de Sanidad, y quedará unificado y dependiente de la Consejería de Fomento.
El próximo 31 de diciembre, los 35 trabajadores de Madisón-Telecyl, empresa adjudicataria de la atención de emergencias sanitarias de Castilla y León desde hace 14 años, perderán sus puestos de trabajo al concluir la contratación por parte de la Consejería de Sanidad.
A partir del 1 de enero el servicio de emergencias 112 ya no se dividirá en protección civil, gestionado de la Consejería de Fomento, y emergencias sanitarias, subordinado de la Consejería de Sanidad, y quedará unificado y dependiente de la Consejería de Fomento.
A diferencia de otras licitaciones, en esta ocasión, sin dar más explicaciones que jurídicamente podía hacerlo, sin pensar en las consecuencias, la Junta de Castilla y León no ha establecido como condición el deber de subrogación lo que supone el despido de los trabajadores que actualmente se ocupan del servicio, con una experiencia de 14 años en algunos casos, renunciando a ellos, ya que la empresa que continuará con la prestación de la atención, Grupo Norte, no se ve obligada por el pliego de condiciones a la subrogación y ya ha anunciado que sólo contratará a una pequeña parte de estos trabajadores.
Según la Gerencia de Sanidad, la unificación responde a cuestiones de eficiencia del servicio y afirma que se mantendrá la calidad de la atención. Para el sindicato CGT, esta medida supone un ataque a la atención sanitaria en Castilla y León porque “nadie se cree que con un tercio de trabajadores menos se pueda prestar el mismo servicio, que hoy por hoy está saturado de llamadas y en continuo crecimiento”, además de que con la excusa de la reorganización “se va a despedir a 35 trabajadores con mucha antigüedad y se perderá la experiencia de unas personas que tienen un alto reconocimiento dentro y fuera de la comunidad autónoma”.
Para CGT, ya es bastante que un servicio que debería estar atendido por personal de la Junta de Castilla y León, y que se vende como servicio propio y de calidad en instalaciones de la propia Junta, esté subcontratado a través de empresas de telemarketing, pero que además se recorte en materia de emergencias sanitarias cuando hay en juego vidas humanas, donde es crucial la experiencia y la rapidez en la movilización de recursos, es de vergüenza.
Por todo ello y porque la Junta de Castilla y León es la que debe tomar las decisiones al respecto, garantizando de verdad una buena atención de emergencias sanitarias y los puestos de trabajo de quien hasta ahora se ocupaban de ello.
Salud
Fuente: Alejandro Romera