Ante las elecciones generales que se celebran el próximo 9 de marzo, las organizaciones que impulsamos, desde el año 2003, la campaña “Por una sociedad laica, la religión fuera de la escuela”, demandamos a los grupos políticos que constituirán el Parlamento del Estado Español y al futuro Gobierno lo siguiente :
1) Que reconozcan que la sociedad española ha evolucionado y que la realidad social es muy diferente a la que existía en 1978, cuando fueron firmados los acuerdos entre el Estado Español y el Vaticano, y que, por lo tanto, la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas demandan una separación total entre el Estado y la iglesia.
2) Que representen, realmente, al conjunto de la ciudadanía, eliminando los privilegios económicos, jurídicos, educativos, simbólicos y sociales de los que disfruta la iglesia católica, por medio de los cuales se adoctrina a los menores en la escuela y no deja de presionar a los poderes públicos y al conjunto de la ciudadanía.
3) Que legislen y orienten sus políticas para que haya un tratamiento, por igual, de las convicciones y creencias de todos los ciudadanos y ciudadanas y, por lo tanto, trabajen para que el ámbito público sea neutral, es decir, no orientado por ninguna doctrina religiosa. Todos tenemos el derecho a que se respete, escrupulosamente, esa neutralidad del Estado, que es la esencia de una verdadera democracia.
4) Consideramos que la ley orgánica de educación (LOE) consolida e intensifica la religión en la escuela, así como el papel de los colegios de ideario confesional católico dentro del sistema educativo.
Ello nos obliga a seguir reivindicando un modelo de escuela laica y el fortalecimiento de la escuela de titularidad pública, como instrumento de una sociedad plural y multicultural, en donde se respete la libertad de pensamiento y de conciencia de cada persona que la integra.
Es decir una escuela que eduque sin dogmas, ni verdades únicas, absolutas, ni excluyentes y forme en valores humanistas, científicos y universales, en la pluralidad, en el respeto a los derechos humanos, en la asunción de la diferencia y de la diversidad, en los valores éticos, no sexistas y democráticos, que son comunes a todos y a todas.
Por todo ello exigimos :
Fuente: Varias organizaciones