[La población egipcia está dictando una gran lección de democracia directa al resto del mundo. Sin
violencia, de forma pacífica y autogestionaria, el pueblo egipcio está haciendo tambalearse a un
Gobierno tirano, opresor y dictador, sin líderes iluminados, ni dirigentes salvapatrias, obedeciendo
únicamente a la conciencia colectiva y popular que le va a conducir directamente a la libertad y al
justicia social.
[La población egipcia está dictando una gran lección de democracia directa al resto del mundo. Sin
violencia, de forma pacífica y autogestionaria, el pueblo egipcio está haciendo tambalearse a un
Gobierno tirano, opresor y dictador, sin líderes iluminados, ni dirigentes salvapatrias, obedeciendo
únicamente a la conciencia colectiva y popular que le va a conducir directamente a la libertad y al
justicia social.
La sociedad egipcia se lanzó a la calle exigiendo sus derechos, sus libertades, oprimidas por el
Gobierno de Mubarak desde que llegó al poder en 1981. De manera pacífica tomaron las
principales ciudades de Egipto, especialmente El Cairo y Alejandría, con aires libertarios y desde la
participación y autogestión de las propias clases populares.
Los egipcios, igual que otros estados árabes y maghrebíes (Túnez, Argelia, ..) nos están
demostrando a los países occidentales que la movilización del pueblo unido y de manera pacífica
puede hacer frente a políticas neoliberales antisociales y dictatoriales, puede derrocar a sus
gobernantes.
CGT condena la represión del Gobierno y sus seguidores, obligados en parte por el sátrapa dictador
a enfrentarse a sus conciudadanos de manera violenta y que con actitudes fascistas han producido
hasta la fecha más de 300 muertos y varios miles de heridos. Condenamos igualmente la
persecución y asedio que el gobierno está ejerciendo contra las y los defensores de los derechos
humanos, periodistas y activistas occidentales para que no difundan lo que allí está sucediendo.
CGT exige la liberación de todas las personas detenidas en las revueltas y el cese de la violencia
por parte del Gobierno y de sus seguidores. Exigimos también la intervención el pronunciamiento
claro y rotundo del mundo occidental, de la Unión Europea y Estados Unidos, para frenar esta
violencia y ayudar a la sociedad egipcia a conseguir la tan ansiada democracia y libertad.
LA VICTORIA DEL PUEBLO EGIPCIO SERÁ NUESTRA VICTORIA, LA DE LA LIBERTAD
Secretaría de Relaciones Internacionales
Secretariado Permanente del Comité Confederal