El Gobierno del PP, pretende la revocación de la orden por la que se acuerda que la fecha del cese definitivo de la actividad de la Central Nuclear de Santa María de Garoña será el 23 de julio de 2013, con la pretensión de prorrogar su actividad hasta el año 2019.
En este sentido la CGT el pasado 21 de mayo de 2012, ha presentado al Ministro Soria las alegaciones en contra del procedimiento por entender que atenta contra el principio de seguridad jurídica, al contrariar una Orden del propio Ministerio y que fue ratificada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional en la que CGT fue parte.
En este sentido la CGT el pasado 21 de mayo de 2012, ha presentado al Ministro Soria las alegaciones en contra del procedimiento por entender que atenta contra el principio de seguridad jurídica, al contrariar una Orden del propio Ministerio y que fue ratificada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional en la que CGT fue parte.
Entendemos que esta revocación vendría a anular un acto favorable para nuestro sindicato, que no es otro que el cese en la explotación de la Central de Garoña, así como para otros colectivos sociales y ecologistas, y los miles de ciudadanos y ciudadanas que llevan reclamando el cierre de la central.
No puede desprenderse que en la revocación del cierre subsista interés alguno más allá que el beneficio de los propietarios de la planta, pues su cierre lo que permitirá será un mejor cumplimiento de los principios de la política energética, una mayor creación de empleo, una mayor seguridad en los ciudadanos y el medio ambiente y una menor dependencia de otros países por la menor importación de uranio.
Con el actual parque de energías renovables y la entrada en funcionamiento de las últimas centrales térmicas de ciclo combinado existe un exceso de oferta eléctrica, por lo que prorrogar Garoña no vendría sino a empeorar la eficiencia del sistema eléctrico, impidiendo que una demanda muy inferior se acople a la oferta y evitando la entrada de las energías renovables con menores riesgos para las personas y el medio ambiente, que ahora se ven obligadas a parar su producción en las franjas horarias que funciona Garoña.
Seguiremos insistiendo en que la Central Nuclear de Santa María de Garoña debe cerrarse por ser una tecnología obsoleta, mal mantenida y tan peligrosa como su malograda hermana gemela Fukushima Daichi.
Fuente: Secretaría de Acción Social CGT