Ayer, 4 de marzo, el diario La Vanguardia publicaba un artículo de opinión de su colaborador Joaquim Roglan que, de principio a fin, intentaba desprestigiar a CGT y a la lucha que sostienen los compañeros y compañeras de TMB por los dos días de descanso semanales y la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos años.

Ayer, 4 de marzo, el diario La Vanguardia publicaba un artículo de opinión de su colaborador Joaquim Roglan que, de principio a fin, intentaba desprestigiar a CGT y a la lucha que sostienen los compañeros y compañeras de TMB por los dos días de descanso semanales y la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos años.

La verdad es que no vamos a entrar a valorar las afirmaciones que se hacían en dicho artículo, especialmente porque no son afirmaciones del autor. Nos explicamos : Joaquim Roglan ha descubierto un nuevo género de opinión (ya que el texto tiene formato de tal) en el que el autor no opina. Todo el texto está extractado de un blog (http://buseroshartos.blogspot.com) de presuntos conductores esquiroles. No hay ni rastro de la opinión de Roglan, aunque, presumiblemente, al dedicar todo el espacio a estos “buseros hartos” y no dar otras visiones (la de CGT, por ejemplo, al ser la atacada) como mandaría la ética periodística, podemos pensar que el autor comparte esta opinión. Por lo tanto, además de falta de ética, estaríamos ante un caso claro de cobardía : el autor se esconde tras un entrecomillado por si hay respuesta (“no lo he dicho yo, lo han dicho ellos”, parece querernos decir).

Sospechosamente, las afirmaciones de estos “buseros hartos” están en la misma línea que las declaraciones vertidas por el Alcalde de Barcelona y por la Consejería de Transportes de la Generalitat. La línea de intentar desacreditar una lucha legítima que además está siendo apoyada por una gran parte de los usuarios y de la opinión pública. Insistimos : nos resulta sospechoso.

Pero además hay otro elemento preocupante en el artículo “de Joaquim Roglan” : en su último párrafo reproduce los números de teléfono personales facilitados por el sindicato a los medios como contacto para ampliar información, animando a los lectores a que llamen para dar su opinión a CGT, “a ver qué pasa”. Desde el sindicato entendemos que dicho párrafo constituye una clara incitación a los lectores del diario para que acosen a los compañeros que en desempeño de sus funciones sindicales canalizan la voluntad colectiva de los trabajadores de TMB en su legítimo ejercicio del derecho de huelga. Asimismo, consideramos que estos hechos revisten claros indicios de ilegalidad, habiendo sido revelados datos privados de diferentes personas del sindicato, vulnerando así sus derechos a la intimidad y a la libertad sindical. Por este motivo, CGT estudiará la posibilidad de emprender las acciones legales oportunas.

Para terminar, manifestamos nuestra sorpresa al ver textos como el que nos ocupa publicados en un medio que se pretende serio. La ética y la profesionalidad periodísticas sufrieron ayer una grave derrota en La Vanguardia. Creemos de todo punto necesaria una rectificación en sus páginas.


Fuente: Gabinete de Prensa Confederal CGT