La Confederació General del Treball, sindicato presente en el Comité de Empresa de Ford-España, responde a las declaraciones del director de la factoría de Ford en Almussafes en las que, entre otras perlas, afirma que “Habrá que trabajar más por menos”. CGT le insta a comparar su nómina con la de los trabajadores

El discurso que el señor Adés ofreció ayer en la jornada organizada por la patronal valenciana y Deloitte bajo el título “La Comunidad Valenciana en la salida de la crisis” hizo patente y pública cuál ha sido la política laboral que ha estado llevando a cabo desde que llegara a la planta de Almussafes en el año 1997.

El discurso que el señor Adés ofreció ayer en la jornada organizada por la patronal valenciana y Deloitte bajo el título “La Comunidad Valenciana en la salida de la crisis” hizo patente y pública cuál ha sido la política laboral que ha estado llevando a cabo desde que llegara a la planta de Almussafes en el año 1997.
Antonio Adés proviene de la Ford en México y fue formado en Estados Unidos. Se trata de un perfecto exportador y ejecutor de las salvajes políticas liberales estadounidenses en materia laboral, nada ejemplar ni deseable teniendo en cuenta la nefasta situación de la clase trabajadora en ese país.
Es evidente que jamás ha comprendido ni respetado en qué consisten los derechos fundamentales de los trabajadores y, seguramente, vistas sus prácticas, ni se ha molestado en leer la Constitución Española. De ahí que Ford-España haya sido recientemente condenada en firme por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por discriminación sindical continuada en el tiempo contra CGT.
No en vano, existe en Ford España, tal y como viene denunciando CGT desde hace años, una vulneración constante de las Cartas políticas de la propia Compañía, de los Acuerdos sobre Política de Dignidad en el Trabajo firmados con el Comité de Empresa Europeo, de  la Constitución española y de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
El propio Adés, sin necesidad ya de eufemismos, acaba de airear cuáles son sus métodos: hacer uso del miedo y contar con un sindicato absolutamente vendido a los intereses de la empresa y cómplice de sus prácticas, la UGT. Traducido: imposición de la fuerza, del temor y desprecio a la democracia.
Es así como se explica por qué a Ford le sale más rentable tener a 35 liberados sindicales de UGT sin trabajar en la cadena: Se hallan entregados a garantizar una paz social inquebrantable a pesar de las medidas regresivas impuestas a la plantilla.
Ufano de los resultados conseguidos, (flexibilización, incremento de los ritmos de trabajo, congelación de salarios, Expedientes de Regulación de Empleo injustificados, despidos selectivos y ejemplarizantes, disminución de las vacaciones ya en el 2011…), no duda en dar la receta para la salida de la crisis “reducción de costes laborales”, nada creativa, cuando todo el mundo sabe que redundar en ello es la manera ideal para agravar la depresión económica y aumentar la brecha entre ricos y pobres (acabamos de alcanzar los máximos en los últimos 30 años). Ha logrado expresar el viejo sueño del capitalismo: una masa esclava y sin derechos trabajando en silencio para unos pocos amos.
Sus declaraciones “Habrá que trabajar más por menos”, también poco originales, están en la línea de lo que ya afirmó en su día el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán (para el que la fiscalía solicita pena de prisión por un delito contra la Hacienda Pública). Se permite asimismo el lujo de afirmar que las vacaciones en España “son excesivas” cuando en realidad, se ajustan, por lo bajo, a la Directiva Europea para la ordenación del tiempo de trabajo. ¿Pretende que se legisle una vez más contra derechos adquiridos?
Y significativo es el hecho de que reste importancia a las subvenciones que recibe Ford ya que “no las tiene de carácter especial” y que “sólo” recibe los fondos europeos establecidos”. En fin, se retrata como el paradigma de la avaricia.
Finalmente, CGT insta a Antonio Adés a que compare su nómina con la de los trabajadores, a que haga pública la diferencia y a que diga a cuánto está dispuesto a reducírsela.
Quizás se pondría así muy fácil a la opinión pública concluir quién es el que debería trabajar más y cobrar menos.
Gabinete de Prensa CGT-PV – Valencia, 9 marzo 2012