Aún sabiendo que no podíamos esperar mucho de un partido socialista que se ha alineado con la postura de la amnistía a los verdugos, con la teoría del olvido para cerrar heridas, desde el grupo parlamentario se anunció la reforma de la ley de memoria histórica del 2007.

Sin embargo, los trámites se han visto paralizados por la actuación de la mayoría en las comisiones ejercida por el partido popular. De este modo ni la propuesta socialista ni de izquierda unida han tenido ningún trámite durante el mandato de Pedro Sánchez.

No obstante, este gobierno de gestos pretendía dotar de medios económicos a la Dirección de Memoria Histórica y ha intendo hacer gestos de luchar contra el franquismo con la exhumación del dictador y algún reconocimiento de sentencias injustas que ya estaba recogido por la ley de memoria.

Eso sí, se ha olvidado de dar trámite a la solicitud de extradición de Billy el niño y el capitán Muñecas o de Martín Villa, por ejempolo, y de poner fin a la infame discriminación de las víctimas de la represión franquista en función de la arbitraria fecha de su ejecución, por ejemplo. Y esa decisión es del Gobierno.

Llamamos a todo el movimiento memorialista a seguir luchando por sus reivindicaciones para obligar a este Gobierno a cumplir sus promesas.

También, Octavio Alberola, dirigente de Defensa Interior y luchador antifranquista, ha remitido una carta a Pedro Sánchez en el mismo sentido.

Sr. Presidente del Gobierno,

Se ha anunciado la convocatoria de próximas elecciones generales y, por tanto, la disolución de las Cortes para el cercano 5 de marzo.

El tiempo del cumplimiento de sus promesas en materia de Memoria Histórica se acaba sin haber llegado a verse hechas realidad. En concreto, esa anunciada reforma de la llamada Ley de Memoria Histórica que se ha hecho evidente que necesita mejorarse y, sobre todo, dotarla de un reglamento y soporte económico garantizada por ley que asegure su cumplimiento gobierne quien gobierne.

Sr. Presidente del Gobierno,

Se ha anunciado la convocatoria de próximas elecciones generales y, por tanto, la disolución de las Cortes para el cercano 5 de marzo.

El tiempo del cumplimiento de sus promesas en materia de Memoria Histórica se acaba sin haber llegado a verse hechas realidad. En concreto, esa anunciada reforma de la llamada Ley de Memoria Histórica que se ha hecho evidente que necesita mejorarse y, sobre todo, dotarla de un reglamento y soporte económico garantizada por ley que asegure su cumplimiento gobierne quien gobierne.

Su gobierno ha dispuesto de las recomendaciones de los organismos de Naciones Unidas, que entregaron al Estado español hace ya varios años, para poder llevar a cabo actuaciones urgentes que corrigieran los desprecios a las víctimas del franquismo.

Uno de los defectos más evidentes de la Ley de Memoria es la falta de justicia con las víctimas del franquismo. Y, concretamente, que transcurridos 40 años de la muerte del dictador y presumiendo de democracia, sigan siendo válidas las condenas dictadas por los tribunales sumarísimos del franquismo en los que no se apreciaba ningún principio jurídico reconocido en un tribunal democrático.

Seguimos con un número sinfín de desaparecidos en fosas que, si no es por la voluntad de las familias, estarían ilocalizables y sin posibilidad de exhumación. Seguimos con una justicia que no investiga esas fosas exhumadas dejando al olvido unos delitos que han sido cometidos por el régimen que ustedes han sucedido y, por tanto, es responsabilidad del Estado ejecutar los principios de justicia y reparación.

Otras “desapariciones” son las de los bebés robados que los juzgados y fiscales de su Ministerio de Justicia no investigan. Igual que no se investigan las torturas y se les da amparo por la Administración a los policías torturadores, jubilados o en activo, no es admisible si no es por complicidad en los delitos cometidos por esos funcionarios.

Por todo esto, le recordamos su obligación con la ciudadanía de la que se ha arrogado su representación y cumpla con sus promesas. No nos vale la exhumación del dictador del mausoleo que el Estado mantiene con sus fondos. Debe ir más allá de los gestos simbólicos y ofrecer, realmente, los principios de verdad, justicia y reparación.

Madrid, 19 de febrero de 2019

Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT

 

Carta de Octavio Alberola:

Sr. D. Pedro Sánchez

Presidente del Gobierno

Este viernes 15 de febrero Usted ha anunciado, en una comparecencia ante los medios en el Palacio de la Moncloa, la disolución de las Cortes para el 5 de marzo y la convocatoria de las elecciones generales para el próximo 28 de abril, declarando que «España no tiene un minuto que perder».

Independientemente de las razones que le hayan obligado a tomar tal decisión, el hecho es que muchas de las promesas que Usted anunció, tras tomar posesión de la Presidencia del Gobierno el 2 de junio de 2018, quedarán incumplidas, y, entre éstas, la reforma de la Ley de Memoria Histórica. Una reforma, que tanto Usted como su partido, el PSOE, declaraban ser una necesidad para poder superar las «insuficiencias que impedían alcanzar los objetivos que se planteaba la propia norma» para hacer justicia a las víctimas de la represión franquista.

Pues bien, si es verdad que «España no tiene un minuto que perder», reconocerá Usted que tampoco lo tienen las víctimas de la represión franquista: esos «miles de hombres y mujeres, muchos de ellos anónimos, que pagaron con su vida la defensa de la libertad y de la República» -como decía Usted en Paterna- que, desde hace tantos años, esperan que la Democracia les haga justicia plena. Reconocerá pues que no «mejorar una norma de extraordinario valor para el conjunto del socialismo y la izquierda de nuestro país, en el décimo aniversario de su aprobación» y no «garantizar su cumplimiento efectivo, frente a la actitud de quien la paraliza conscientemente», sería cometer una nueva injusticia y una grave irresponsabilidad ética y política prolongar esa espera con la excusa de las próximas elecciones.

En Paterna, Usted dijo que «nada se puede construir desde el olvido», que éste «representa el triunfo de la injusticia» y que por ello debemos luchar «contra el olvido». Pero, ¿cómo luchar «contra el olvido» olvidando la indignidad de seguir manteniendo en vigor las sentencias franquistas y la infamia que la Ley de MH de 2007 estableció -en su «artículo 10 (1)- al dividir las víctimas de la represión franquista en dos categorías en función de la fecha de su ejecución: antes o después de una fecha (el año 1968) arbitraria e inexplicada?

Es de esperar pues que Usted no perderá un minuto y utilizará sus prerrogativas para proponer y aprobar un «Real Decreto ley» que ponga fin a tal indignidad y a tal infamia antes de dejar sus funciones como Presidente del Gobierno.

Tras los anuncios y las promesas, sería verdaderamente desesperanzador que Usted y el Gobierno que preside desaprovechen esta oportunidad histórica de rendir justicia a las víctimas de la represión franquista.

18 de febrero de 2019

Octavio Alberola


Fuente: Memoria Libertaria de la CGT