La Sección Sindical de la Confederación General del Trabajo en Ford-España, multinacional automovilística cuya planta productiva se encuentra en la localidad valenciana de Almussafes, se opone al acuerdo alcanzado entre la dirección y la UGT el pasado 25 de enero. Y es que el plan "lejos de reconocer la participación y el esfuerzo de los trabajadores de Ford-España" vuelve a dejar a la plantilla encargada de la producción "fuera del reparto de los ingentes beneficios que esta multinacional está obteniendo durante los últimos años". Una dinámica, la del incremento de beneficios empresariales en detrimento de las condiciones laborales de la clase trabajadora conjugada con la desigualdad entre países, propia de la globalización capitalista.

Para ilustrar el caso de la planta de Almussafes, CGT-Ford destaca que «mientras Mark Fields y Jim Farley (últimos CEOs de Ford) se subían el sueldo un 118,81% y un 54,93% respectivamente entre 2013 y 2016, los trabajadores de Ford España en los últimos ocho años» han contado únicamente con un aumento salarial de «2 puntos por encima del IPC». Así, explica la Sección Sindical, entre 2010 y 2017 el IPC acumulado ha sido de 10,30% y mientras que las subidas salariales de la plantilla han sumado un 12,30%.

Para ilustrar el caso de la planta de Almussafes, CGT-Ford destaca que «mientras Mark Fields y Jim Farley (últimos CEOs de Ford) se subían el sueldo un 118,81% y un 54,93% respectivamente entre 2013 y 2016, los trabajadores de Ford España en los últimos ocho años» han contado únicamente con un aumento salarial de «2 puntos por encima del IPC». Así, explica la Sección Sindical, entre 2010 y 2017 el IPC acumulado ha sido de 10,30% y mientras que las subidas salariales de la plantilla han sumado un 12,30%. Un dato que contrasta con que «en ese mismo tiempo (2010/2017) los trabajadores de Ford en EE.UU. han recibido un total de 61.000 dólares en concepto de pagas de beneficios».

De esta forma, el sindicato apunta que después de ocho años de duros recortes, «en los que UGT y la empresa pactaron la distribución irregular de la jornada, la eliminación del plan de jubilación a las nuevas contrataciones, la reducción de la pausa de comida de 30 a 15 minutos y la eliminación de comedores para más de la mitad de la plantilla, el aumento de la jornada de trabajo para el turno de noche, la incorporación de nuevos compañeros con un 20% menos de sueldo…» cuando llega el momento de negociar «un nuevo convenio donde se recojan verdaderas mejoras para toda la plantilla» se deja a los trabajadores al margen de los beneficios.

Asimismo, resulta paradójico que a nivel estatal «CCOO y UGT estén pidiendo una subida salarial del 3%, mientras en Ford-España aceptan unas subidas inferiores, y que además el primer año, una parte de ese aumento no consolide en las tablas salariales».

«Tanto la economía nacional como la de Ford se encuentran en momentos de alzas, de grandes beneficios» por lo que «no existe, por tanto, ninguna razón para que esas ganancias no repercutan –aunque solo sea a pequeña escala- en quienes hacemos posibles esos resultados con nuestro trabajo de todos los días», apunta la organización anarcosindicalista.

En conclusión, la CGT rechaza el acuerdo, en primer lugar, porque no recupera ni siquiera una parte del poder adquisitivo perdido durante estos años; y tampoco garantiza su mantenimiento, ya que el primer año puede llegarse a perder hasta un 0,9%.

En segundo lugar, porque la empresa no garantiza hacer fijos a los trabajadores que entraron en el año 2015. Sólo se compromete a hacer fijos, después de tres años de contratos, a aquellos con los que «esté satisfecha con su rendimiento».

En tercer lugar, tampoco se da ninguna solución a los empleados con limitaciones ni a los mayores de 55 años.

A lo que hay que añadir, que por primera vez en muchos años, los 20 primeros de su promoción de la escuela de aprendices ya no pasarán a fijos directos.

Finalmente, el sindicato concluye que «en la situación actual se puede seguir negociando para conseguir un acuerdo mucho mejor».

Gabinete de Prensa CGT País Valencià

30 enero 2018


Fuente: Gabinete de Prensa CGT País Valencià