CGT-PV considera que la "imposición" de los cambios de turno y la supresión de comedores, que este martes aprobó el Comité de Empresa de Ford, son los "flecos del acuerdo secreto firmado entre UGT y Ford en septiembre del año pasado en Alemania, ya que la empresa aprovechó la buena disposición del sindicato para evitar que se llevasen de la factoría de Almussafes los modelos Ka y Mazda y salvar las naves para imponer condiciones que ahora aparecen en forma de supresión de derechos".

CGT-PV considera que la «imposición» de los cambios de turno y la supresión de comedores, que este martes aprobó el Comité de Empresa de Ford, son los «flecos del acuerdo secreto firmado entre UGT y Ford en septiembre del año pasado en Alemania, ya que la empresa aprovechó la buena disposición del sindicato para evitar que se llevasen de la factoría de Almussafes los modelos Ka y Mazda y salvar las naves para imponer condiciones que ahora aparecen en forma de supresión de derechos».

De esta forma se pronunció este martes el secretario general de CGT-PV, Antonio Pérez, sobre la propuesta de Ford de cambiar el régimen de turnos de los trabajadores desde septiembre hasta diciembre para evitar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), durante la rueda de prensa en la que presentó las reivindicaciones del sindicato durante la concentración del 1º de Mayo, en la que estuvo acompañado por el secretario general de la Federación del Metal de la CGT, César Yagües.

Pérez aseguró que las compañías aprovechan la incertidumbre económica para conseguir acuerdos favorables «como ha ocurrido en Ford Almussafes, donde se han sacrificado derechos de los trabajadores para conseguir un modelo nuevo de coche que, seguramente, ya se había decidido que vendría a Almussafes, porque los planes para la fabricación de los modelos se trabajan durante cinco años».

Asimismo, el secretario general de CGT-PV lamentó que UGT «imponga su criterio porque la gente les ha votado, incluso en aspectos que afectan a los trabajadores» y defendió una mayor capacidad de los trabjadores para decidir y defenderse durante los cuatro años que transcurren entre las elecciones sindicales.

También criticó que Ford Almussafes obtenga «concesiones de los sindicatos que se prestan a ello, como el cambio de turnos que implica 20 coches más todos los días con la reducción a 15 minutos del horario de comida y los turnos rotativos, en los que la fabrica trabajará las 24 horas del día durante todos los días de la semana, además del ahorro que supondrá -de unos 50 millones- la desaparición del servicio de comedor».

Por su parte, el secretario general de la Federación del Metal de la CGT indicó que en Ford existen «incluso sanciones impuestas por la compañía a delegados de la CGT que han sido anulados por el juzgado» y se mostró preocupado por aspectos laborales en el sector de la automoción que, «por la implicación de las grandes multinacionales, se deriva a todo el sector del metal y a las pequeñas empresas que no cuentan con las mismas garantías sindicales que las grandes multinacionales».

NO DESCARTAN ACCIONES REIVINDICATIVAS.

Para reivinidicar el derecho a «un salario digno, una vida digna y no morir en los centros de trabajo», César Yagües informó que la organización está perfilando diferentes iniciativas y señaló que en la reunión de la coordinadora de automoción celebrada en Zaragoza hace unos días se comenzó a consensuar el proyecto de actividades y aseguró que no descartan ninguna acción reivinidicativa, como mantener una reunión con el ministro de Industria para mostrarle lo que consideran una «desfachatez en la clase empresarial al permitir que las grandes multinacionales, entre ellas Ford, Seat o Volkswagen, marquen las políticas».

Por último, Antonio Pérez auguró que la crisis y pérdida de poder adquisitivo no supone un peligro grave para la automoción durante los próximos 10 o 15 años porque, explicó, las factorías españolas producen en su mayoría para el mercado exterior, -Ford vende, dijo, entre el 12 y 15 por ciento en España- y, pese al peligro por la deslocalización y la apertura de nuevas plantas en países del Este, «las empresas de automóvil seguirán fabricando en países como España, Alemania o Inglaterra para seguir siendo marcas locales y no disminuir sus ventas en estos países».

Además explicó que las factorías de la Europa oriental se destinarán principalmente a la construcción de vehículos con mayor valor añadido, «en los que el salario no es tan determinante».


Fuente: http://www.panorama-actual.es/noticias/not258045.htm