La Confederación General del Trabajo (CGT) reitera el llamamiento a participar en las movilizaciones convocadas para el próximo 8 de febrero en varias localidades del estado español, organizadas por numerosas organizaciones y plataformas feministas de las que CGT forma parte, para manifestar el rechazo a la reforma emprendida por el Gobierno contra el aborto.

CGT entiende que las mujeres no renuncian a decidir sobre su cuerpo, su maternidad y su vida. El sindicato va a luchar por ello, va a seguir defendiendo sus derechos y lo va a hacer contra ésta contrarreforma del ministro Gallardón, contra este atropello y abuso de poder de un gobierno absolutista, contra el poder y la influencia en la vida pública de la Conferencia Episcopal y contra los sectores ultraconservadores que pretenden relegar a las mujeres a un papel secundario en la sociedad, a un papel de pura función reproductiva.

CGT entiende que las mujeres no renuncian a decidir sobre su cuerpo, su maternidad y su vida. El sindicato va a luchar por ello, va a seguir defendiendo sus derechos y lo va a hacer contra ésta contrarreforma del ministro Gallardón, contra este atropello y abuso de poder de un gobierno absolutista, contra el poder y la influencia en la vida pública de la Conferencia Episcopal y contra los sectores ultraconservadores que pretenden relegar a las mujeres a un papel secundario en la sociedad, a un papel de pura función reproductiva.
La reforma de la ley del aborto elimina el derecho logrado por las mujeres a abortar en la sanidad pública en las primeras 14 semanas y hará, a niveles prácticos, imposible abortar en España. En la situación de crisis económica actual, especialmente entre las mujeres, la nueva ley provocará que existan abortos clandestinos, por tanto, se incrementará el riesgo de muertes de mujeres.
Es una ley ideológica que pretende claramente regir e imponer la moral católica en toda la sociedad, una ley que plantea el aborto como un delito que sólo se despenaliza en dos supuestos y con enormes restricciones para acogerse a ellos, la violación (alegable en las primeras 12 semanas) y el “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica” de la mujer (alegable en las primeras 22 semanas), mientras que la presencia de malformaciones fetales gravísimas o enfermedades del feto no serán motivo legal de aborto.
Esta reforma amplía el derecho a la objeción de conciencia a todo el personal sanitario que pueda tener la más mínima participación en el proceso, desde quien práctica el aborto al personal administrativo que trabaje ese día en el hospital.
Desde CGT consideramos que sin respeto a los derechos de la mujer, se genera una violencia institucional que se generaliza entre toda la sociedad y desplaza a la mujer a una situación de inferioridad, sumisión y desigualdad que perpetuarán el patriarcado y la violencia machista.
CGT va a seguir defendiendo en la calle la despenalización del aborto fuera de plazos y supuestos, un aborto libre, público y gratuito. Para la CGT abortar no es un capricho, ni algo placentero, “es un derecho, no una obligación, ni un delito, un derecho que corresponde a la mujer porque nosotras parimos y nosotras decidimos”.
SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL DE LA CGT


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal CGT