Bajo el lema "Que no te la peguen", la Confederación General del Trabajo (CGT), lanza su campaña estatal contra la subcontratación en respuesta a la previsión de que éste va a ser uno de los principales puntos de la próxima reforma laboral. Desde el sindicato se define la subcontratación como "adhesivo universal económico que mantiene todo pegado y funcionando y que está compuesto por explotación, precariedad, inseguridad, violación de derechos y alta siniestralidad".
Bajo el lema «Que no te la peguen», la Confederación General del Trabajo (CGT), lanza su campaña estatal contra la subcontratación en respuesta a la previsión de que éste va a ser uno de los principales puntos de la próxima reforma laboral. Desde el sindicato se define la subcontratación como «adhesivo universal económico que mantiene todo pegado y funcionando y que está compuesto por explotación, precariedad, inseguridad, violación de derechos y alta siniestralidad».
Actualmente podemos encontrar en un mismo centro de trabajo al trabajador de platilla, fijo y con las prestaciones sociales que han sobrevivido, junto con trabajadores de contratas o subcontratas con distintas condiciones laborales y salariales. La realidad laboral actual es la coexistencia de trabajadores de distintas categorías, unos con más derechos y otros con bastantes menos. Esta tendencia nos conduce a un mercado laboral futuro que, si no somos capaces de pararlo, el trabajador de plantilla con disfrute de todos sus derechos es una especie a extinguir que será sustituida por el trabajador precario.
Debido a la subcontratación perdemos empleos directos, regulados por convenio colectivo y condiciones salariales, de jornada y sindicales muy superiores a los nuevos empleos no directos. Este nuevo método de trabajo favorece la contratación sin el requisito formal del contrato y evita responsabilidad jurídica a los empresarios mediante el constante cambio de nombre y apertura y cierre de empresas. La subcontratación viola los derechos fundamentales de organización y sindicación y provoca despidos arbitrarios utilizando el contrato fin de obra.
El subcontratado ve de esta manera que se degradan sus condiciones personales. Este trabajador precario sufre horarios de trabajo interminables, incertidumbre laboral, endurecimiento de ritmos de producción y falta de formación. Todo esto lleva a cuadros de ansiedad, estrés, aumento de la siniestralidad…
La siniestralidad laboral constituye una lacra social de primer orden. Esta es causada por quienes organizan el trabajo, los empresarios y las leyes que les garantizan su actuación unilateral. Según CGT “la lógica del beneficio a cualquier precio es incompatible con el derecho a la vida. No debemos permitir que nos maten en nuestro puesto de trabajo”. Según estadísticas oficiales, la subcontratación multiplica por tres el riesgo de sufrir un accidente con baja médica en el puesto de trabajo. En el año 2003 el 51% de los fallecidos en el trabajo lo hacían para subcontratas.
Ante todo esto, los trabajadores “debemos estar informados, denunciar el incumplimiento de las normativas y auto organizarnos”, según indica CGT, que también señala que “no podemos permanecer solos ante el avance de la precariedad laboral. El gobierno, patronos y sindicatos mayoritarios parece que quieren hacer del modelo de subcontrata la única ley que rija el mundo laboral”.
Fuente: Rojo y Negro
