El 25 de julio CGT y CNT-F fueron invitadas a participar en la asamblea popular que tuvo lugar en la Comunidad de La Playita (Cali.Colombia), a orillas del río Cauca.En dicha asamblea, tras analizarse la intención por parte de los gobiernos nacional y reginal de desplazar a la comunidad por razones que responden a intereses de importantes grupos económicos,tuvo lugar la constitución del Consejo Comunitario : forma tradicional de autoorganización de las comunidades negras colombianas.
Se da la circunstancia de que dicho Consejo es el primero constituído en zona urbana en el país, por lo que su formación crea importantes espectativas de lucha, a la vez que serios temores respecto a su represión.
El Sindicato de Enseñanza de CGT Zaragoza apoyó a la comunidad en su decisición y se comprometió a hacer seguimiento del proceso autoorganizativo, denunciando pública e internacionalmente cualquier intento de represión a la que se vea sometida dicha comunidad.
Reproducimos el primer comunicado público del Consejo Comunitario :
COMUNIDAD DE LA PLAYA
POR NUESTROS DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES,
CULTURALES Y ANCESTRALES
Comunicado a la opinión pública
Dirigido a :
La comunidad de La Playa, ubicada a orillas del Río Cauca en jurisdicción del municipio de Cali pone en público conocimiento la situación actual de la que se verán inevitablemente victimizados por parte del Estado colombiano.
Desde hace más de dos siglos hemos ocupado este territorio época en que huíamos de la Hacienda Cañas Gordas entre otras, luchamos como Cimarrones y después de conquistar nuestra libertad seguimos aquí. El río ha acompañado nuestras batallas y ha sido testigo de la exclusión a la que ha sido sometida nuestra comunidad por siglos.
Antes que el ruido y las luces de la ciudad, que la rumba y la contaminación, ya existía nuestra comunidad entorno al río, aún hoy nuestros niños y niñas escuchan, nadan y juegan en el río Cauca, desde sus años tempranos se sumergen en él con la confianza de quien lo conoce y siempre le ha tenido cariño, y desde la adolescencia trabajamos en él como areneros, pescadores y transportadores.
Solo a finales del siglo XIX, en el año de 1883, hizo presencia el Estado para construir el Puerto Fluvial España, que después fue llamado Puerto Mallarino y ya estábamos nosotros aquí, rápidamente este puerto se convirtió en uno de los más importantes de la región, recibiendo buques a vapor como el Palmira, Mercedes, Manizales, Danubio, Alcalá, Ricaurte, Cali, Sucre y El General Mosquera, que traían mercancías desde la Virginia.
Nos convertimos en trabajadores del puerto y muchas familias legalizaron sus tierras comprando a la señora Leonor Vásquez viuda de Domínguez, esposa de Abraham Domínguez, cuya familia era dueña de los terrenos circunvecinos a la orilla del Río Cauca.
Con la clausura del Puerto, nuestra comunidad siguió aquí, como siempre con una economía y una cultura que tiene en el río su centro, así el crecimiento de la ciudad demandó arena y nosotros la brindamos en buena cantidad, necesitó guadua y caña menuda, madera y todo eso nosotros lo transportamos a través del río. La comunidad también se dedicó a la venta de comidas y fritanga o como Platoneras o en carretas a recorrer la ciudad vendiendo chontaduro, aguacate, pescado, frutas entre otros productos.
Sin duda, durante todas estas décadas se han presentado inundaciones, con las normales crecientes del río, afectando a las comunidades de la rivera, sin embargo frente a tales situaciones el gobierno local, departamental y nacional nunca ha adelantado propuestas para resolver integralmente las problemáticas que afectan a la comunidad, en algunos casos la asistencia fue humanitaria, de carácter puntual durante la coyuntura de la emergencia.
Al contrario, los grandes propietarios a través del desplazamiento, la represión y la profundización de la exclusión de las comunidades de Suárez y Buenos Aires -Cauca-, construyeron con presupuesto público la Represa de Salvajina, controlando inundaciones del área plana, robando así terrenos del cauce natural del río, produciendo energía eléctrica necesaria para el proceso de industrialización y, almacenando agua para el riego en el verano. Mientras todo ese presupuesto se ejecutó a favor de las familias poderosas de la región, en nuestra comunidad nunca se han invertido recursos de manera integral, transparente y responsable. Sin embargo, hoy nos dicen que nos debemos ir de nuestros territorios por las buenas o por las malas, porque estamos en un área que no es nuestra, sino de la comunidad de Cali, también con la excusa de que es área de protección ambiental pero para los griles y centros comerciales no lo es o no aplica.
Frente a esto nos preguntamos :
Entendemos que la unidad y la organización son fundamentales para garantizar nuestra existencia como comunidad Afro descendiente y la permanencia en nuestro territorio ancestral, por esta razón, hemos tomado la decisión irrevocable de constituirnos en Consejo Comunitario y de esta manera enfrentar los retos a los que nos vemos abocados, para resistir y defender nuestros derechos colectivos al territorio.
No creemos que el gobierno municipal y nacional sea realmente un gobierno que esté en función de nuestro pueblo cuando recurre a estrategias divisionistas, ofreciendo a cada familia un acuerdo particular, fragmentando nuestro proceso y rompiendo cada vez más nuestro tejido social.
El gobierno municipal y nacional ha planteado que nosotros somos los ilegales, invasores de unas tierras de la nación. Aunque la legalidad en este caso se convierte en otra estrategia para expropiar, por las buenas o por las malas, a las comunidades de sus territorios y sus riquezas.
EN ESE SENTIDO, NUESTRA COMUNIDAD EXIGE AL ESTADO COLOMBIANO :
Santiago de Cali, Julio de 2007
CONSEJO COMUNITARIO ANCESTRAL LA PLAYITA RENACIENTE
Fuente: Nati Almárcegui.Sindicato de Enseñanza.CGT Zaragoza.