CGT informa que en Delphi este fin de semana no ha acudido a su puesto ningún trabajador de la línea de producción
PUERTO REAL (CADIZ), 26 (EUROPA PRESS).- Los trabajadores de la factoría Delphi en Puerto Real (Cádiz) mantienen su negativa a trabajar los fines de semana, festivos y a realizar horas extra, después de que el pasado jueves 860 empleados —frente a 643— votaran en contra del preacuerdo alcanzado entre los sindicatos CCOO y UGT y la empresa, con la mediación de la Junta de Andalucía, para sacar adelante el nuevo plan industrial y el décimo convenio colectivo de la compañía.
CGT informa que en Delphi este fin de semana no ha acudido a su puesto ningún trabajador de la línea de producción

PUERTO REAL (CADIZ), 26 (EUROPA PRESS).- Los trabajadores de la factoría Delphi en Puerto Real (Cádiz) mantienen su negativa a trabajar los fines de semana, festivos y a realizar horas extra, después de que el pasado jueves 860 empleados —frente a 643— votaran en contra del preacuerdo alcanzado entre los sindicatos CCOO y UGT y la empresa, con la mediación de la Junta de Andalucía, para sacar adelante el nuevo plan industrial y el décimo convenio colectivo de la compañía.

Así informó hoy a Europa Press el secretario general de la sección sindical de CGT en Delphi, Isidro Jiménez, quien precisó que este fin de semana no ha acudido a su puesto ningún trabajador de la línea de producción, al igual que ocurrió los dos fines de semana anteriores, si bien, sí han trabajado entre 10 y 15 operarios de mantenimiento para garantizar que no se produjera ningún «percance», dado que «hay máquinas que necesitan un mantenimiento mínimo aunque no estén en funcionamiento».

Jiménez explicó que, tras el rechazo del 54 por ciento de la plantilla al preacuerdo, «automáticamente se mantuvo la negativa de los empleados a trabajar los fines de semana y festivos». Además, «continúan concentrándose en las puertas de la planta durante la media hora del bocadillo», señaló.

De esta forma, el secretario general de CGT en Delphi —compañía dedicada a la fabricación de componentes de automoción e instalada en Puerto Real desde comienzos de los 80— indicó que, en general, «la plantilla critica la falta de seriedad de la empresa, frente a lo que reclama respeto porque no se puede estar un año y medio negociando un plan industrial».

El principal punto de fricción entre las partes —empresa y trabajadores— es el hecho de que los empleados «no ven claro el nivel de compromiso y viabilidad» del nuevo plan industrial ofertado por los responsables de Delphi, ya que, en cuanto a proyectos, «sólo hace una declaración de intenciones».

INVERSION Y PUESTOS DE TRABAJO

Tras señalar que tampoco hay acuerdo en la vigencia que debe tener el plan industrial, Jiménez criticó también que, en lo relativo a inversiones, no se haya puesto sobre la mesa «ni un solo euro», además de que la aplicación de dicho plan supondría «la destrucción de 120 empleos» desde enero de 2006 a diciembre de 2010. Frente a todo ello, «los trabajadores se oponen a la destrucción de empleo y exigen proyectos e inversiones concretos», recalcó el sindicalista.

Según sostuvo, la empresa «se queja de que pudiera peligrar algún cliente», pero recordó que «el presidente del comité de empresa —Juan Antonio Castillo (CC.OO)— ya le comunicó que la propia compañía sería la única responsable de lo que pudiera ocurrir».

En cualquier caso, subrayó que los sindicatos representados en Delphi —CCOO, UGT y CGT— «estamos dispuestos a seguir negociando cuando la empresa quiera, pero para dialogar sobre una propuesta distinta de la que ha presentado hasta ahora». Con independencia de ello, el comité de empresa volverá a reunirse el próximo miércoles para analizar la situación del conflicto laboral.

Para el representante de CGT, la postura mantenida por la plantilla supone «un toque de atención para los sindicatos que suscribieron el preacuerdo, la empresa y la Junta, para decirles que no están conformes con un plan que les perjudica fuertemente».

Por último, subrayó que «no queremos conflicto, pero no se puede cargar sobre la espalda de los trabajadores un esfuerzo cada vez mayor para sacar adelante un plan industrial». A su juicio, «tiene que haber otro modelo que no les perjudique y no suponga la reducción de empleos», apostilló.


Fuente: EP