Llegan noticias de una nueva violación múltiple en Manresa y el movimiento feminista se vuelve a movilizar en apoyo a la víctima para decir que nosotras, hermana, sí te creemos. Te creemos a ti y también a la mujer hondureña que amenazada por el Estado español con ser deportada recientemente por denunciar una agresión en Valencia, a las temporeras y a todas esas mujeres que sufrieron agresiones, fueron violadas, golpeadas y asesinadas. Porque en 2018 las denuncias por violación o agresión sexual crecieron un 23% y lejos de disminuir, la violencia machista se ha llevado a 47 mujeres.

 

Nos unimos a esta movilización porque creemos que no podemos abandonar la calle mientras nos matan, nos violan y nos agreden y como feministas debemos manifestar nuestro apoyo con cualquier mujer que sufra una agresión machista. Pero también nos entristece que para denunciar una violación y llamar a una movilización haya colectivos feministas que tengan que usar detalles morbosos que revictimizan y producen un sufrimiento innecesario. No necesitamos saber datos truculentos para sentir solidaridad con una mujer agredida.

Nos unimos a esta movilización porque creemos que no podemos abandonar la calle mientras nos matan, nos violan y nos agreden y como feministas debemos manifestar nuestro apoyo con cualquier mujer que sufra una agresión machista. Pero también nos entristece que para denunciar una violación y llamar a una movilización haya colectivos feministas que tengan que usar detalles morbosos que revictimizan y producen un sufrimiento innecesario. No necesitamos saber datos truculentos para sentir solidaridad con una mujer agredida.

Para nosotras esta no es una concentración contra «la jauría», sino una movilización contra la violencia patriarcal y en apoyo a las mujeres que han sufrido violencia, porque estamos hartas de levantarnos día a día con nuevas agresiones y asesinatos machistas. Nosotras sabemos y queremos remarcar que la violencia patriarcal es cotidiana y nos golpea todos los días, aparezca en los medios de comunicación o no.

Por otra parte, los medios hablan de manadas y jaurías para referirse a los agresores y marcar como excepcionales hechos que ocurren más de lo que nos muestran, pero manada y jauría son palabras que hemos usado las feministas para referirnos a nosotras mismas. Ellos son simplemente violadores y agresores.

Tampoco nos vamos a callar con los intentos de la ultraderecha de utilizar este triste hecho para alimentar discursos racistas. Ellos ya han demostrado con sus políticas lo poco que les importan las mujeres y lo mucho que odian que seamos feministas.

Nos vemos en las calles. Porque no estáis solas #SomosManada #somosjauría

Fotos: Alejandro Romera


Fuente: CGT Igualdad Valladolid