Llamamiento de CGT a la responsabilidad social de los empresarios agrícolas y las administraciones públicas.
Un año más y la tragedia humana que sufren los trabajadores temporeros agrícolas, especialmente inmigrantes, que vienen a la provincia de Jaén con motivo de la campaña de recogida de aceituna, sigue sin resolverse.
Son prácticamente unos 10.000 trabajadores inmigrantes los que ahora buscan trabajo en la provincia de Jaén mientras que los albergues municipales siguen ofreciendo en torno a 650 plazas, con un máximo de 5 días de alojamiento.
Llamamiento de CGT a la responsabilidad social de los empresarios agrícolas y las administraciones públicas.

Un año más y la tragedia humana que sufren los trabajadores temporeros agrícolas, especialmente inmigrantes, que vienen a la provincia de Jaén con motivo de la campaña de recogida de aceituna, sigue sin resolverse.

Son prácticamente unos 10.000 trabajadores inmigrantes los que ahora buscan trabajo en la provincia de Jaén mientras que los albergues municipales siguen ofreciendo en torno a 650 plazas, con un máximo de 5 días de alojamiento.

El convenio colectivo del campo firmado entre el empresariado agrícola y los sindicatos institucionales, sigue sin recoger la obligación del empresario de dar alojamiento al trabajador temporero. En muchas ocasiones, los alojamientos que aporta el empresariado son tercermundistas, de infravivienda, al carecer de luz, agua y el mínimo de condiciones de habitabilidad.

Por otra parte, el alquiler de pisos o viviendas para los temporeros inmigrantes, está resultando prácticamente imposible, lo que está significando que un importantísimo número de personas inmigrantes esté durmiendo en la calle, soportales, coches abandonados, casas en construcción, chabolas o directamente el campo. Como ejemplo, podemos utilizar Úbeda, ciudad incapaz de construir un albergue municipal suficientemente grande, que actualmente sólo ofrece unas 140 camas mientras que otras 80-100 personas se ven obligadas a dormir en la calle.

Así mismo, un importante número de temporeros no tiene papeles (entre el 30 y el 40%) lo que genera una bolsa de precariedad y pobreza absoluta y todo tipo de corruptelas, abusos, explotación, semiesclavitud, en definitiva, el incumplimiento de una contratación ajustada a los derechos laborales y salariales recogidos en el convenio colectivo. CGT advierte que denunciará ante la Inspección de Trabajo todas aquellas situaciones en las que no se pague el salario justo y mínimo que contempla el convenio del campo.

CGT vuelve a hacer un llamamiento a la responsabilidad social de los empresarios agrícolas para que den un techo a los trabajadores que contraten. En este sentido, CGT exige que una parte de las subvenciones públicas que reciben los empresarios se destinen para gastos de alojamiento digno de los trabajadores.

CGT hace un llamamiento a las administraciones públicas locales y provinciales para habiliten todos los espacios necesarios con objeto de que los trabajadores temporeros no sigan durmiendo en la calle.

CGT hace un llamamiento a la ciudadanía en general para que alquile viviendas a los temporeros con objeto de reducir su sufrimiento.

Finalmente, CGT exige de la administración pública que adopte las medidas legales necesarias para que en el periodo especial de la campaña de aceituna y resto de campañas agrícolas, sea posible la contratación de cualquier trabajador que esté buscando trabajo para que pueda reducirse la economía sumergida y la explotación de los inmigrantes sin papeles.


Fuente: CGT- Jacinto Ceacero