En plena temporada estival, las brigadas de DIVALTERRA, la empresa pública de la Diputación de Valencia, que tienen como principal motivo la prevención y la extinción de incendios, se encuentran bajo mínimos.

Se han dejado de renovar algunos contratos de brigadistas en pleno verano, coincidiendo con la época de mayor probabilidad de incendios forestales, y no se han molestado en cubrir bajas ni vacantes. Resulta evidente que esa situación puede tener graves consecuencias, tal como ya hemos sufrido otros veranos. Las brigadas de la diputación no solo tienen la función de combatir los incendios, también la no menos importante labor de realizar las tareas de prevención sobre nuestros bosques.

Se han dejado de renovar algunos contratos de brigadistas en pleno verano, coincidiendo con la época de mayor probabilidad de incendios forestales, y no se han molestado en cubrir bajas ni vacantes. Resulta evidente que esa situación puede tener graves consecuencias, tal como ya hemos sufrido otros veranos. Las brigadas de la diputación no solo tienen la función de combatir los incendios, también la no menos importante labor de realizar las tareas de prevención sobre nuestros bosques. Una plantilla que debería superar las 500 personas (para toda la provincia de Valencia), no alcanza a las 400.

A su vez, la solución es muy fácil, utilizar la bolsa de empleo con 200 personas seleccionadas previa oferta pública. Bolsa que permanece cerrada, las personas que la forman esperando en sus casas que las llamen, y las brigadas forestales bajo mínimos.

Hoy 10 de julio, se ratifica el nombramiento de Toni Gaspar como Presidente de la Diputación, y desde CGT le hemos presentado una carta abierta donde le denunciamos de nuevo esta situación, le ofrecemos alternativas, y les advertimos de las responsabilidades que puede tener.

La diputación de Valencia, incumple con sus obligaciones y compromisos con sus funciones, concretamente con la tarea de proteger nuestro patrimonio natural común. Y lo hace permitiendo que sus brigadas de Bomberos y Bomberas forestales estén incompletas, envejecidas y sin recibir la formación necesaria.

Hoy, Toni Gaspar tiene en sus manos cambiar el desastroso rumbo de la empresa pública DIVALTERRA, y lo debe hacer por responsabilidad política, por el interés general de la ciudadanía de Valencia. Es su obligación como presidente de la Diputación, asegurar la eficaz prestación de este servicio público.

Si no ¿para qué está?

Secretaría de Comunicaciones CGT-PV

P.D. Adjuntamos “Carta abierta a Toni Gaspar, Presidente de la Diputación de Valencia”

Valencia, 10 de julio de 2019


Fuente: Secretaría de Comunicaciones CGT-PV