Con un absoluto sigilo, la empresa Ono se ha dedicado a enseñar los procesos propios de la empresa a trabajadores de la subcontrata Sitel. Al parecer, la intención podría ser abrir un Call Center en Chile, en consonancia con la política económica de una empresa que se está caracterizando por recortar gastos en personal, reprimir cualquier actividad sindical reivindicativa y empeorar las condiciones de vida de miles de trabajadores : despedidos y nuevos contratados en condiciones cada vez más precarias.


CGT informa que mañana se celebra en la Audiencia Nacional un juicio contra ONO por vulnerar el derecho a la libertad sindical


Con un absoluto sigilo, la empresa Ono se ha dedicado a enseñar los procesos propios de la empresa a trabajadores de la subcontrata Sitel. Al parecer, la intención podría ser abrir un Call Center en Chile, en consonancia con la política económica de una empresa que se está caracterizando por recortar gastos en personal, reprimir cualquier actividad sindical reivindicativa y empeorar las condiciones de vida de miles de trabajadores : despedidos y nuevos contratados en condiciones cada vez más precarias.


CGT informa que mañana se celebra en la Audiencia Nacional un juicio contra ONO por vulnerar el derecho a la libertad sindical


A raíz de los movimientos que se han observado en Ono, concretamente en el Call Center de Valencia, la Confederació General del Treball ha elevado a la empresa una solicitud de información en torno a la posible apertura de un Call Center en Chile.

Y es que, desde hace varias semanas, Ono está impartiendo formación sobre los procesos propios de un Call Center a varios trabajadores de la subcontrata de ámbito internacional especializada en teleservicios Sitel.

Según ha podido constatar la CGT, Ono ha exigido al personal implicado en la gestión del Call Center chileno máxima confidencialidad. Este secretismo sólo podría entenderse como una táctica para evitar la alarma, probablemente justificada, entre los trabajadores del Call Center de Valencia que, recordamos, lleva funcionando desde 1999. Una operación de esta naturaleza, que podría afectar a unas 1.000 personas, es propia de la globalización económica y se enmarca en el total abandono del deber de responsabilidad social de las empresas, libres para desplazar los negocios allí donde más suculentos son los beneficios.

CGT, tras hacer la petición el pasado 13 de septiembre, aún no ha recibido ningún tipo de contestación por parte de la empresa. El sindicato espera que la compañía aclare la situación y obre sin dañar ninguno de los derechos de los trabajadores.

Más información y contactos : www.cgt-ono.com


Fuente: Gabinete de Prensa CGT-PV