La Sección Sindical autonómica de CGT del SAD se ha dirigido por carta, se adjunta, al Presidente de la Junta de Andalucía y a las consejerías de Presidencia, Salud y Políticas sociales, en la que solicita

1-* Realización de Test a todo el colectivo del SAD a nivel andaluz y con ello prevenir contagios, dado el volumen de personas de riesgo a los qué se atiende día a día, sin poder saber cuántas y que compañeras pueden ser portadoras del virus, con signos asintomáticos y poner en grave riesgo a la población.

1-* Realización de Test a todo el colectivo del SAD a nivel andaluz y con ello prevenir contagios, dado el volumen de personas de riesgo a los qué se atiende día a día, sin poder saber cuántas y que compañeras pueden ser portadoras del virus, con signos asintomáticos y poner en grave riesgo a la población.

2-* Modificación de los acuerdos adoptados en el Consejo de Gobierno del 30 de marzo referente a al colectivo SAD, en cuanto a la atención de personas con sintomatología o positivos con EPI y no al resto, solicitando que los EPI fijados por el Ministerio de Sanidad sean de carácter obligatorio durante el desarrollo de nuestro trabajo hasta el fin de la pandemia, en vista de los casos asintomáticos qué pudiéramos tener y qué pueden llegar a ser de hasta el 70%,como se recogen en distintas publicaciones.

3-* Instar a los Ayuntamientos al control riguroso a las empresas privadas concesionarias, forzando a estas a la entrega puntual de los EPI adecuados para el desempeño profesional con todas las garantías para profesionales y usuarias, fijando sanciones, en caso de incumplimiento en materia preventiva, que puedan llevar a la perdida de las concesiones y a la no participación en concursos de licitaciones públicas.

Para CGT es prioridad «CUIDAR A QUIENES CUIDAN», por eso consideramos una irresponsabilidad del Gobierno andaluz limitar el uso de EPI para el desarrollo del trabajo en Ayuda a Domicilio, donde se está en contacto con personas de alto riesgo con los que no se puede mantener la distancia de seguridad establecida por el Ministerio de Sanidad, dado que la labor de aseo e higiene personal que se les debe realizar obliga a tener contacto directo y en consecuencia convierte a este colectivo, con ese tipo de decisiones, en vehículo de contagio social, tanto entre usuarios de la ayuda a domicilio, como de familiares de las auxiliares o incluso en los transportes públicos usados por las profesionales para los desplazamientos entre domicilios.

Esta maniobra del Gobierno andaluz en defensa de los intereses de las empresas del sector para ahorrarle los gastos en EPI, es una medida que atenta directamente, en el estado de pandemia actual, contra toda la sociedad y vislumbra cuales son las preocupaciones reales de nuestros gobernantes, que no son otras que proteger al empresariado para que se lucre, aún más, con esta crisis sanitaria y dejar en total desprotección a las auxiliares de Ayuda a Domicilio, a sus familias y a las personas dependientes y grandes dependientes a las que se les presta el servicio esencial de ayuda social presencial en sus domicilios, generando un foco de expansión del coronavirus mientras se tiene confinada a la población para intentar impedirlo.

¿Será una intención también de eliminar a un importante número de pensionistas?


Fuente: CGT-Andalucía, Ceuta y Melilla