Pamplona. Los sindicatos CGT, ESK, LAB y ELA presentaron ayer dos denuncias ante la Inspección de Trabajo contra la empresa responsable de las obras de derribo del Euskal Jai (Demoliciones, Cortes y Taladros, SA-Decota), por entender que se están llevando sin cumplir las normativas laborales sobre seguridad y salud. ELA y LAB presentaron una denuncia conjunta, mientras que ESK y CGT hicieron lo propio con otra.
ESK y CGT, afirman que la demolición del inmueble del Euskal Jai «se está ejecutando presuntamente careciendo del preceptivo estudio de seguridad y saludo, en su caso, estudio básico de seguridad y salud en las obras, así como del correspondiente plan de seguridad y salud en el trabajo».
A juicio de los sindicatos denunciantes, «tales omisiones suponen sendas infracciones graves o muy graves a tenor de lo dispuesto» en la legislación, por lo que instan a la Inspección de Trabajo a levantar acta de infracción.
Por su parte según la denuncia de ELA y LAB, que amplía la responsabilidad también al Ayuntamiento de Pamplona, el Consistorio y su alcaldesa Barcina «han preferido entrar por la fuerza y con prisas sin pensar ni en la seguridad de los trabajadores ni en la de ninguna otra persona que se pudiera verse implicada en la demolición», aseguran.
Paralización por riesgo
En la denuncia se pide la paralización por la «situación de riesgo grave e inminente» y el levantamiento de un acta de infracción. Concretamente, se hace constar que las obras se está ejecutando «presuntamente» sin los preceptivos estudios de seguridad o salud y hacen referencia a la caída de forma no controlada de un muro.