CGT denunció el domingo que las instituciones públicas «deberían hacer algo más que lo que hacen» en materia de seguridad en empresas como Los Amarillos, en la que el conductor Ildefonso Raya fue despedido por denunciar irregularidades en los autobuses, un caso que está en los tribunales visto para sentencia el pasado 1 de febrero.
El secretario comarcal de Comunicación de CGT en Jerez, José Antonio Sánchez Lozano, consideró que un conductor «que se atreve a denunciar una circunstancia de inseguridad en beneficio de los pasajeros no merece un despido, sino una medalla».
Esta semana CGT se reunió con el delegado provincial de Empleo de la Junta en Cádiz, Juan Bouza, al que pidieron una mediación para que la empresa «se avenga a razones» y tanto en seguridad como en el despido «dé marcha atrás» o de lo contrario «tomaremos medidas».
Mientras tanto, el sindicato está «a la espera» de que el juzgado de lo social número uno de Jerez (Cádiz) se pronuncie sobre Raya, cuya defensa pide la nulidad de un despido que creen improcedente, aunque Sánchez Lozano avisó que «aún ganando, seguiremos denunciando la situación de inseguridad que existe en el transporte por carretera, especialmente en Los Amarillos, una de las empresas que más infringe las leyes».
Sobre las medidas que adoptarán para denunciar la actual situación, el sindicalista aseguró que no tienen nada concreto partidario, aunque manifestó que «no somos partidarios de adelantar nada porque el enemigo acecha».