La sección sindical de CGT en la Delegación provincial para la Igualdad y el Bienestar Social denuncia que las guarderías públicas de la Junta de Andalucía "van a perder su carácter educativo y se quedarán como simples aparcaniños ", señala María Josefa Cantarero, delegada sindical de CGT y miembro del comité de empresa.

La sección sindical de CGT en la Delegación provincial para la Igualdad y el Bienestar Social denuncia que las guarderías públicas de la Junta de Andalucía «van a perder su carácter educativo y se quedarán como simples aparcaniños «, señala María Josefa Cantarero, delegada sindical de CGT y miembro del comité de empresa.

La explicación de esta pérdida se debe a que la Junta, según las fuentes sindicales, «pretende ampliar el horario, con la inclusión del aula matinal y la ludoteca, como ya se realiza en las concertadas, pero sin ampliar el personal». Cantarero destaca que «como ya llevamos varios años viendo cómo se desdotan cada vez más plazas y las bajas no se cubren, con la plantilla actual sólo va a quedar tiempo para cambiar pañales y limpiar mocos, el programa socioeducativo se quedará en el cajón».

La propuesta que ha presentado la Administración prevé que el personal de las guarderías públicas se divida en turnos de mañana y tarde, partiendo al 50% la plantilla actual, «con lo que ya no se cumplirían los ratios ni nada, se multiplica el trabajo sin incrementar los puestos de trabajo», asegura la delegada sindical de CGT.

Desde ese sindicato se destaca también el «esfuerzo realizado en los últimos años por los trabajadores para reciclarse y adaptarse a las exigencias del programa socieducativo de los centros, que ahora se quedará en nada porque no hay manera de cumplir ese programa con una plantilla tan excasa».

PRIVATIZACION Para Cantarero, «este es un paso más en el proceso de privatización de los servicios, desde la Administración se está potenciando los centros concertados y desdotando los públicos». Por eso, según la representante sindical, «en las guarderías públicas nos obligan a ser más rígidos con los horarios, mientras que en las concertadas se da más flexibilidad, con lo cual los padres se decantan por los centros conveniados».

Un ejemplo de esta rigidez son los comedores en las guarderías, asegura María Josefa Cantarero, «ya que en las públicas todos los niños tienen que quedarse en el comedor, mientras que en las concertadas es opcional. Lo cierto que en el decreto que regula estos centros se dice que podrá ofertarse el servicio de comedor, pero no que sea obligatorio».


Par : Diario de Córdoba