CGT denuncia que un grupo de inmigrantes prefieren renunciar a su contrato de trabajp antes de seguir durmiendo en la calle
CGT, recogiendo las demandas de los temporeros inmigrantes, denuncia que al menos un grupo de ellos (unos diez) que dormían en casas abandonadas a las afueras de la ciudad de Úbeda (entre trienta y cuarenta) y tras ser desalojados el pasado fin de semana, han preferido renunciar a su contrato de trabajo y marcharse de la ciudad al no poder seguir soportando el sufrimiento que significa dormir literalmente en la calle.
CGT denuncia que un grupo de inmigrantes prefieren renunciar a su contrato de trabajp antes de seguir durmiendo en la calle

CGT, recogiendo las demandas de los temporeros inmigrantes, denuncia que al menos un grupo de ellos (unos diez) que dormían en casas abandonadas a las afueras de la ciudad de Úbeda (entre trienta y cuarenta) y tras ser desalojados el pasado fin de semana, han preferido renunciar a su contrato de trabajo y marcharse de la ciudad al no poder seguir soportando el sufrimiento que significa dormir literalmente en la calle.

Como CGT viene denunciando, a pesar de disponer de camas libres en los albergues, los temporeros inmigrantes se ven avocados a dormir en la calle o casas abandonadas o casas en construcción, muchos de ellos con trabajo de trabajo pero sin posibilidad de que el empresario que lo contrata le ofrezca un alojamiento para dormir.

Este pasado fin de semana han sido desalojados de las casas abandonadas en las que vivían en la ciudad de Úbeda, bajo la explicación de que dichas casas van a ser derruidas. La policía se personó en dichas casas y les informó de que debían abandonarlas durante el fin de semana, procediendo también a la apertura del expediente de expulsión de algún inmigrante sin documentación. De esta manera, algunos de estos temporeros inmigrantes, cansados de pedir a su empresario que les busque un alojamiento, cansados de llamar a la puerta cerrada de los albergues o con camas vacías y ahora desalojados también de ese último refugio abandonado sin agua ni luz, entre cartones, plásticos, en cualquier caso, viviendo una situación absolutamente humillante, cansados de sufrir, han decidido abandonar, renunciar a los 8,10 y hasta 15 días de trabajo que les restaban y marcharse a otros lugares para no enfermar definitivamente ya que no se puede trabajar por el día y por la noche dormir en el suelo helado de frío.

Para CGT los problemas siguen endémicos y las soluciones siempre pendientes. Un convenio colectivo del campo que recoja la responsabilidad del empresario con el alojamiento del temporero y a partir de ahí, diversificar el alojamiento entre cortijos, casas, pisos, residencias autogestionadas por el empresariado, albergues públicos autofinanciados, albergues asistenciales. Cualquier cosa menos permitir que los seres humanos vivan en condiciones infrahumanas.


Fuente: Secretaría de Inmigración de CGT Jaén