30 años de Ford en Almussafes y 10 años desde la creación de un Polígono industrial para la externalización del trabajo de la factoría Ford. El Polígono Juan Carlos I, conocido como el polígono de todo a 100 por los salarios, está integrado por empresas proveedoras que siguen a rajatabla las consignas de la gran multinacional, entre ellas ajustar salarios y ahorrar en políticas de salud laboral. La mayoría de trabajadores de contratas que realizan sus tareas a diario en el interior de la factoría Ford son obligados a manejar puentes grúa sin cualificación suficiente
En este 30 aniversario de la instalación de Ford España en Almussafes, cuya celebración fue deslucida por el trágico fallecimiento de un trabajador de Ford en accidente laboral, también se cumplen 10 años del vasto recinto destinado a albergar casi 100 empresas proveedoras de la gran compañía automovilística.
Ideado para abaratar la producción en Ford, la puesta en marcha del Polígono Juan Carlos I ha significado la reducción de 10.000 a 7.000 trabajadores en la multinacional estadounidense, es decir, la reducción del empleo de calidad a favor de otros empleos precarios, mal pagados y en condiciones laborales poco deseables.
En consonancia con los tiempos que corren marcados por la peligrosa disminución de las rentas del trabajo en beneficio de las rentas del capital, al voraz gigante empresarial no le basta.
Así, la Confederación General del Trabajo denuncia que, desde hace algún tiempo, los empleados de las contratas que realizan sus tareas en el interior de la Factoría Ford trabajan manejando puentes grúas sin estar cualificados, autorizados ni remunerados por ello a causa de la mera exigencia de la dirección de la multinacional.
La situación anterior a esto era bien distinta : antes eran los propios trabajadores de Ford quienes se encargaban de usar estas máquinas para el recambio de baterías de entre 500 y 1.200 kilos de peso en vehículos de trabajo. Sin embargo, una variación en la política empresarial impuso el manejo diario a centenares de trabajadores subcontratados que desconocían el control de las grúas.
A raíz de una demanda de CGT en Ramel por obligar a usar esta maquinaria sin carnet oficial que lo autorizara, Ford exigió a las contratas que un instructor impartiera un curso de formación. Pero, a estas alturas, sólo alguna de las contratas ha destinado apenas diez minutos a la explicación del funcionamiento de la máquina sin posteriormente expedir documento acreditativo. El resto ha ignorado la necesidad de formar a los empleados. Cabe aclarar que antes Ford daba un carnet oficial tras realizar el curso y someter a un examen.
De esta manera, mientras Ford habla de “accidentes cero”, las empresas subcontratadas empeoran la seguridad en el trabajo de estos operarios con la permisividad de Ford. Un ejemplo del deterioro : las contratas no se ocupan del mantenimiento de las baterías (Ford lo hacía antes) y éstas se degradan, el plástico que las protege desaparece por el uso y el tiempo y ya se han producido varias descargas eléctricas al entrar en contacto con los puentes grúa. Afortunadamente, por el momento no ha habido que lamentar ningún daño personal pero el peligro está ahí.
Más información : 96 179 14 34 ó 666 452 470
Sección Sindical CGT-Ford
Valencia, 20 octubre de 2006
Fuente: Gabinete de Prensa CGT-PV