CGT denuncia que la Reforma Laboral que pretende el Gobierno garantiza la rentabilidad empresarial y mantiene las bases de unas relaciones laborales desreguladas y precarizadas

COMUNICADO DEL SP DE CGT

La Reforma Laboral que se negocia no soluciona los problemas de las personas asalariadas. Se reforma para universalizar un contrato indefinido más barato en su despido y se transfieren - todavía más-, fondos públicos (incentivos) a los empresarios, a la vez que se rebajan sus cotizaciones. Esta Reforma, desde el documento presentado ayer por el Gobierno a Empresarios y Sindicatos mayoritarios, sí asegura una mano de obra flexible y predecible en su coste al empresariado.

CGT denuncia que la Reforma Laboral que pretende el Gobierno garantiza la rentabilidad empresarial y mantiene las bases de unas relaciones laborales desreguladas y precarizadas

COMUNICADO DEL SP DE CGT

La Reforma Laboral que se negocia no soluciona los problemas de las personas asalariadas. Se reforma para universalizar un contrato indefinido más barato en su despido y se transfieren – todavía más-, fondos públicos (incentivos) a los empresarios, a la vez que se rebajan sus cotizaciones. Esta Reforma, desde el documento presentado ayer por el Gobierno a Empresarios y Sindicatos mayoritarios, sí asegura una mano de obra flexible y predecible en su coste al empresariado.

Es la Reforma que garantiza la rentabilidad empresarial y mantiene las bases de unas relaciones laborales desreguladas y precarizadas, a la vez que crea las condiciones a los empresarios para ser “más competitivos”, es decir, que se les asegura sus tasas de beneficios, los cuales han aumentado 5 veces más que los salarios.
El Gobierno en su propuesta, lo que conserva de “progresista” es el famoso “talante Zapatero” : todo debe hacerse bajo el consenso y el diálogo.
En las medidas concretas, en esas que afectan a la vida cotidiana de millones de personas asalariadas, se encuentra la realidad : dos tipos de contratos, los antiguos indefinidos, denominados “ordinarios” que ya solamente afectan a menos del 50% de la población asalariada ocupada y que su coste indemnizatorio es de 45 días. Y los nuevos contratos, denominados de fomento de empleo, los de 33 días en caso de despido y subvencionándoles a los empresarios, -a través de los incentivos que se incrementan-, más de un tercio del coste anual de dicho contrato. Ahora, cualquier persona que entre al mercado laboral, tendrá la garantía de este “contrato de fomento de empleo” barato en su coste y aún más barato en su despido. Más del 50% de la población activa se encuentra precarizada laboral y socialmente.

El Gobierno no se atreve a meter la “ley” y mucho menos la justicia social, a donde se encuentra el verdadero problema de los millones de personas asalariadas, es decir del mercado de trabajo y es la prohibición sin tapujos del inmenso fraude e ilegalidad en el cual se basan los actuales modos de producción : las contratas y subcontratas y la externalización del trabajo por parte de las Grandes Empresas a este nuevo “esclavismo” social que condena al trabajador a la permanente inseguridad e introduce un factor de miedo permanente ante el chantaje de la externalización y/o de la deslocalización fuera de las fronteras del estado : “sino se cede a trabajar más, ganar menos y carecer de derechos fundamentales, tanto individuales, como colectivos, externalizo la actividad a las contratas o lo deslocalizo a otros países”.
Retórica, el buen talante y el consenso, le sobran al documento del Gobierno. Pero esta retórica, consenso, y pacto social, han estado de forma permanente y persistente en todas las Reformas Laborales que desde 1980 (Estatuto de los Trabajadores), hasta la Reforma del 2001 del PP, se han producido en el modelo de Relaciones Laborales en el Estado Español.

CGT se opone a esta nueva Reforma Laboral, porque la misma, no es sino otra manera -ahora adaptada a la economía global y a la competitividad-, de eliminar, disminuir y violar, los derechos laborales y sociales que tenemos los trabajadores y trabajadoras. Las anteriores reformas Laborales en los 30 años de relaciones laborales “democráticas”, han asegurado una democracia invertida : los límites cada vez mayores para el trabajo y la libertad absoluta para el capital.
Nuestra Confederación General del Trabajo, llama a todos y todas los y las asalariados y asalariadas y a la ciudadanía a rechazar esta Reforma Laboral, lo mismo que a diario nos oponemos y enfrentamos a las deslocalizaciones, a las congelaciones salariales, a los EREs, a la pérdida de derechos democráticos.

En Madrid a 19 de Octubre de 2005


Fuente: SP del Comité Confederal de CGT