La dirección política de Esperanza Aguirre en el Canal de Isabel II abre una nueva brecha : El despido selectivo y la represión sindical, de quien cuestiona las actuaciones encaminadas a privatizar el agua de Madrid.
Este tipo de hechos son infracciones que atentan contra el derecho de protección del que deben gozar todos los trabajadores españoles y las organizaciones sindicales, según lo mandado por los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos y muy en especialmente por la Convención 98 de la OIT, tratados aprobados y ratificados por el Gobierno Español.
En una decisión sin precedentes en la empresa, se despide a un representante de los trabajadores en el Comité de empresa, por unos comunicados críticos, de la sección sindical de CGT, donde denunciamos hechos como :
Después de romper el convenio con el Ayuntamiento de Madrid, en una apuesta personal, el nuevo Director-Gerente, se alió con AQUALIA para quedarse con el agua de Alcalá de Henares, experiencia no le falta, presume de privatizar RETEVISION y quebrar QUIERO TV, viene con todo el equipo, se esconden en sus despachos y tienen a la empresa en espera de su próximo movimiento, la estructura tiene miedo a moverse sin permiso.
Este Director-gerente sobre la base de que las tarifas del agua de Madrid son las más baratas de Europa, se prepara a incrementar la factura del uso domestico familiar, mientras la actividad industrial goza de tarifa subvencionada y fomentan el derroche de agua potabilizada en campos de golf, jardines y patios particulares. Una visión eco-lógica-nómica, muy apropiada para los seguidores de los dictados ambientales de Bush.
La expansión del Canal de Isabel II en América Latina ha seguido unos principios sin compromiso ético ni social. Las empresas participadas (al 75% del capital) como METROAGUA que abastece y depura el agua en Santa Marta (Colombia), son cuestionadas por ONG como Save the Children que denuncia en uno de sus informes graves afecciones a la infancia más desfavorecida. Además participan en el circulo de corrupción local y se involucran en los objetivos militaristas del gobierno de Uribe, financiando proyectos del Plan Colombia.
En reiteradas ocasiones CGT ha exigido a la dirección del Canal el compromiso con el respeto de los derechos humanos y de los trabajadores en estas empresas, sin existir respuesta positiva a día de hoy.
El compromiso que siempre hemos tenido los trabajadores del Canal, con la imprescindible labor de abastecer de agua a Madrid, esta siendo gravemente erosionada por la política de la empresa de subcontratar los servicios de cara al público (oficinas comerciales, lectores, brigadas de reparación….), desmembrando y complicando la organización y gestión de los servicios. Contribuyendo a la precarización del trabajo. Desarraigándonos de nuestra condición de seres de agua que dan agua.
El medioambiente y la calidad son otros de nuestros compromisos que están siendo prostituidos por la visión de esta dirección, la calidad la construyen sin la participación de los trabajadores, multiplicando el papeleo y la burocracia desde unos despachos, que rinden culto al atentado ambiental.
Conceptos como cogeneración, reutilización, recarga inducida…existen para justificar sobre el papel la mejora ambiental exigida por la norma ISO, pero en realidad todo se reduce a una cuestión de Marketin.
Otra cosa es, la política de usar y tirar que tienen con las infraestructuras. La comunidad debe saber que la subcontratación conlleva pagar por la infraestructura múltiples veces, estas contratas no tienen los mínimos compromisos, la falta de mantenimiento da lugar a un mas rápido deterioro, siendo el Canal el que tiene que volver a rehacerla. Todos sabemos los intereses y chanchullos que se mueven alrededor de las contratas, los regalos y parabienes, no son gratuitos.
Se vacía de funciones a los trabajadores y se desincentivan la formación y la promoción. El Canal se convierte en un centro de colocación para pagar favores políticos.
Todas estas actuaciones de la dirección, impuesta políticamente, y sus compinches, están encaminadas a dotarse de excusas, para monopolizar en manos privadas un recurso vital como el agua.
El agua es y debe seguir siendo un bien y servicio público, que debe dar cabida a la participación ciudadana en un contexto de transparencia en la gestión que garantice la máxima calidad, el mejor servicio y el óptimo uso ambiental.
¿En manos de quien pondrías tu vida ? Queremos que nuestro agua este en tus manos.
NO A LA PRIVATIZACIÓN
SOMOS AGUA
Par : CGT Canal Isabel II