Ante la publicación, el pasado domingo 26 de febrero, en los dos diarios nacionales de más tirada de sendos artículos laudatorios para con la luna de miel que viven la empresa Ford y UGT, el sindicato que mejor se amolda a las exigencias de esta multinacional, desde la Sección Sindical de CGT en Ford queremos aportar algunos datos que se han omitido en los referidos artículos.
Ante la publicación, el pasado domingo 26 de febrero, en los dos diarios nacionales de más tirada de sendos artículos laudatorios para con la luna de miel que viven la empresa Ford y UGT, el sindicato que mejor se amolda a las exigencias de esta multinacional, desde la Sección Sindical de CGT en Ford queremos aportar algunos datos que se han omitido en los referidos artículos.
En primer lugar reconocer que si los trabajadores se están acogiendo a los vigentes planes de jubilaciones anticipadas con entusiasmo es por la satisfacción de estar 10 meses sin soportar la explotación cotidiana que vivimos los que trabajamos en Ford. En todo caso quien más se beneficia de esos planes es la propia Ford, puesto que recibe subvenciones por los nuevos contratos y, además, consigue sustituir personal antiguo por otro más joven y con peores salarios. Sobre ese particular hay que recordar que, a partir de 2006, todos los nuevos trabajadores que entren en Ford tendrán una categoría profesional de dos o tres grados salariales menos, durante tres años, y otro año y medio más uno o dos grados inferior a la de un trabajador fijo que haga el mismo trabajo. Eso, la doble escala salarial, es algo que les “debemos” a los firmantes del último convenio : UGT, CC.OO., FAMIF y PUT.
Sobre el tan manido asunto de los contratos de relevo, hay que insistir en que no es cierto que con esa modalidad se cree o se mantenga el empleo, y es absolutamente falso porque cada uno de estos 590 relevistas cuando se le haga fijo habrá sustituido a dos veteranos, mediante dos contratos de relevo. Evidentemente la creación de empleo resulta difícil de justificar con esos datos. Otro aspecto destacado en esta política de reducción de plantilla y aumento de beneficios se observa si comparamos los datos de producción en distintos años. Así se ha ido pasando de 10.000 trabajadores y 1.560 vehículos diarios en los años ochenta, a 8.000 empleados y 1.800 coches en los noventa y a 7.000 trabajadores y 2.050 unidades diarias (la cifra récord) en 2004. Aquí hay que mencionar que estos tres mil puestos no han sido eliminados en su totalidad, puesto que unos dos mil se han transformado en empleo precario en subcontratas (dentro de la factoría) y empresas auxiliares instaladas en el Polígono Industrial que la Generalitat le ha construido a la Ford. Esta “empresa modelo” ha respondido a esa generosidad de la Administración llevándose el proyecto del motor Sigma a Inglaterra, sin devolver ni un euro de las ayudas recibidas para su implantación en Almussafes.
En definitiva, que en Ford se vive un clima de ritmos de trabajo inhumanos, represión sistemática a cualquier disidencia, discriminación y persecución sindical, aumento de lesiones y enfermedades profesionales, etc. Situación que sólo es posible mantener bajo control por el miedo de muchos trabajadores y por el silencio cómplice del sindicalismo oficial.
Fuente: Secretaría de Comunicación CGT-PV