Más de 15 horas sin comer ni tomar la medicación. Los ancianos de la residencia del Parque Figueroa pueden pasar todo este tiempo en ayuno, según ha denunciado el sindicato CGT, debido a la falta de personal que desde hace dos años sufre este organismo y que esta produciendo «colapsos» en el centro.
A principios del año 2006, la Delegación de Igualdad y Bienestar Social -que gestiona la residencia- trasladó a dos médicos, un psicólogo y un trabajador social a otros departamentos de la administración para ajustarse a la Ley de la Dependencia. Desde entonces, y según fuentes sindicales, «estamos funcionando con una plantilla que se sitúa por debajo de la ratio que establece la normativa». Esta falta de personal repercute de manera directa en la calidad asistencial de los 120 ancianos, que no sólo pueden llegar a pasar 15 horas en ayuno, sino que permanecen «hasta dos semanas sin el baño», según CGT. Esto se produce porque los auxiliares a veces no pueden cubrir todas las necesidades higiénicas de los residentes pues no disponen de tiempo para atender a todos.
Pero esto no es todo, pues según el sindicato los menús que se sirven, por ejemplo, no se corresponden con las necesidades de los residentes, ya que algunos padecen enfermedades que les obligan a seguir una dieta especial. Y la falta de organización impide además llevar un control de acceso y salida de los residentes al centro y nadie vigila los fármacos que se suministran, que están al alcance de todos, según CGT.
El sindicato agrega a estas deficiencias que la residencia carece de un plan específico de atención a los enfermos de alzheimer y otras patologías que incluya al menos programas de prevención, detección precoz e intervención terapéutica. Este tipo de iniciativas mejoraría considerablemente la calidad de vida de los residentes. Sin embargo, la falta de personal es la principal causa del «caos» que a veces se produce en las instalaciones. Según CGT, se necesitarían como mínimo cuatro auxiliares en la residencia y otros dos más en el centro de Estancia Diurna para poder adaptarse a la normativa. Todas estas supuestas negligencias han sido recogidas en los informes elaborados por la Inspección de Trabajo. En 2003, la Intervención General realizó una auditoría en la que se detectaron estas y otras anomalías y se dieron recomendaciones para paliar la situación «cuyo seguimiento ha sido muy escaso», según CGT. En 2005, este organismo volvió a realizar otro informe sobre absentismo y cargas de trabajo, donde se destaca el alto grado de absentismo del centro -concentrado en determinados colectivos profesionales- y el desequilibrio entre diferentes grupos de empleados. Ese mismo año, el Servicio de Inspección de la Delegación elaboró un estudio sobre el funcionamiento de la residencia, donde se volvieron a detectar «deficiencias organizativas» y se aconsejó introducir nuevos métodos de trabajo centrados en las necesidades de los residentes de forma individualizada. Se trata de crear un historial de cada anciano con sus dolencias y el modo en el que debe ser tratado «que ha tenido un nulo nivel de implantación», según denunció el sindicato. Estos informes negativos se han repetido hasta el último, elaborado en septiembre de este año, según CGT.
Fuente: Anabel Calero | eldiadecordoba.es