La CGT, como Sindicato Mayoritario en el Metro quiere denunciar públicamente la penosa situación que se está viviendo en el Metro de Barcelona, cuyo resultado es sufrido directamente por los usuarios del servicio.
Desde hace más de dos años venimos informando de las deficiencias que detectamos, tanto a nivel del servicio que ofertamos, como en cuestiones de seguridad.
Por desgracia, la tragedia de Valencia y sus repercusiones han puesto en titulares la seguridad ferroviaria. A pesar de ello, o precisamente por ello, nos vemos obligados a recordar a todo el mundo lo que en su momento denunciamos y que no se ha solucionado por parte de la Dirección del Metro de Barcelona.
1.- LA FORMACIÓN DE LOS NUEVOS CONDUCTORES
Si en el Metro de Valencia, los sindicatos valencianos consideran insuficiente la preparación del conductor por tener “sólo” 14 días de formación, queremos recordar que en el Metro de Barcelona, los nuevos conductores se forman en 5 días, 2 de teórica / taller y 3 de prácticas, siendo habilitados a conducir en líneas que tienen elementos de seguridad parecidos a los de la línea 1 del Metro valenciano.
Queremos dejar claro que los Sistemas de Protección Automática se averían como cualquier máquina y es el conductor el que al final manipula el tren para poder seguir la marcha, por eso es tan importante la formación y que el trabajador sepa lo que está manipulando.
Muchos accidentes, frenazos, paradas interminables, etc., son causa directa de la deficiente formación que, a nuestro entender, se está dando.
2.- INSTALACIÓN DE SISTEMAS DE SEGURIDAD EN LINEAS 1 Y 3
Después de más de tres años de instalación del Sistema de Protección Automática en las líneas 1 y 3, y cuando la línea 3 ya está en pruebas, los compañeros Técnicos de Señales del Metro han detectado un fallo estructural grave de comprobación en algunas agujas (cambio de vía), obligando a efectuar unos protocolos de seguridad que distorsionarán el servicio hasta que se rectifique este sistema, lo cual costará mucho tiempo y dinero. Pero como es habitual en nuestra empresa, NADIE PEDIRÁ RESPONSABILIDADES.
3.- ESTACIONES VACIAS POR FALTA DE PERSONAL
Es evidente la indefensión y el riesgo que corren los usuarios en una estación sin ningún empleado que pueda atenderles en caso de accidente, atrapamiento, enfermedad, indisposición, etc.
Todas las normas de seguridad de una estación pasan por el empleado que tiene que aplicarlas. Eso dicen las normas de Calidad ISO, que de forma incomprensible para nosotros, le han otorgado a la empresa. Pero si más del 10% de las estaciones están en algún momento del día sin empleado durante largas horas ¿QUIEN APLICA LAS NORMAS Y EJECUTA LOS PROTOCOLOS ? : NADIE. Y eso, para nosotros, es un riesgo grave de inseguridad hacia los usuarios.
4.- ACUMULACIÓN DE OBRAS Y REMODELACIONES AL MISMO TIEMPO
Después de más de 10 años sin tocar nada, en los últimos dos años y muy concretamente en este último, la acumulación de obras en la red es tan brutal que es simplemente imposible garantizar la seguridad en todas ellas. No hay servicio de Prevención que pueda controlarlas. Los cientos de personas externas a Metro que están trabajando a la vez hace imposible que puedan conocer las normas de seguridad que deben aplicarse, a pesar de que los planes sobre el papel estén tramitados.
Es un tema de calendario político que puede traer graves consecuencias, porque, además, da la sensación de que todas las obras se empiezan, pero ninguna se acaba, ni las más sencillas, que están meses paradas y sin acabar.
5.- APLICACIÓN DEL NUEVO MODELO ORGANIZATIVO Y SU REPERCUSIÓN EN LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
Varios problemas enumerados tienen su origen en la aplicación desde mayo del 2005 de un Nuevo Modelo Organizativo (NMO) que comenzó en Línea 2, siguió en Línea 5 y continuará con el resto de líneas.
Previendo la problemática que se iba a crear, la CGT convocó una huelga el 3 de junio del 2005, y el tiempo nos da la razón.
La aplicación y desarrollo del NMO ha sido tan caótica, improvisada y autoritaria, que hasta sus más convencidos avaladores entre los trabajadores la están rechazando al ver sus consecuencias.
La presión, el chantaje sibilino, la coacción con buenas palabras, para que los trabajadores asuman el nuevo rol que la Dirección de la Empresa les ha asignado, hace que la puesta en práctica del NMO sea un auténtico desastre ya que no se les da ninguna herramienta, ni material, ni física, ni mental para poder desarrollar esos cambios tecnológicos y organizativos.
Los trabajadores no somos de acero y está situación esta cebándose con nuestra salud. Las enfermedades de tipo psico-social se incrementan dejando esquilmada una plantilla, ya de por si insuficiente.
En estos momentos, uno de cada cuatro trabajadores asignados a la Línea 5 forma parte del absentismo laboral de la empresa. Con el NMO, el resto de compañeros tienen que cubrir sus bajas, ya que no tienen sustituto, por lo cual sufren jornadas interminables, días de fiesta trabajados, cubrir dos y tres puestos a la vez, etc. Esto se ha convertido en la norma de los que aguantan, y cada día aguantan menos.
Una sensación de impotencia y resignación se está apoderando de los trabajadores del Metro, pero con el agravante de que transportamos seres humanos.
Como se puede comprobar la CGT no vislumbra un panorama muy optimista, pero a pesar de que se nos acuse de crear alarma social, estamos obligados por responsabilidad a hacer públicas nuestras denuncias, ya que hemos acudido a infinidad de estamentos y nadie quiere “mojarse”, los primeros, la Dirección de la Empresa, que con una prepotencia que raya la irresponsabilidad, minimiza los problemas, a base de campañas de imagen o regalando helados.
Alguien escribió que “LA ECONOMIA ESTÁ REÑIDA CON LA SEGURIDAD FERROVIARIA”, y estamos de acuerdo. Si un NMO ahorra costes en plantilla pero no funciona, la CGT exige que se paralice y se reconduzca hasta encontrar parámetros de servicio y seguridad aceptables antes de que acabemos en hechos irreversibles.
OSCAR INIESTA
Secretario General CGT METRO
ANTONIO ARANDA
Secretario de Relación con los Medios de Comunicación
CGT CATALUNYA
Fuente: CGT METRO BARCELONA