La Sección de Enseñanza del sindicato CGT en Burgos denuncia la creciente situación de indefensión que enfrenta el profesorado ante las agresiones en los centros educativos. La reciente agresión a una docente en Burgos el pasado 26 de marzo no es un hecho aislado, sino un reflejo de una problemática cada vez más frecuente y sistemática en el ámbito educativo.
Desde CGT alertan de que la violencia hacia el profesorado se ha naturalizado, convirtiéndose en una parte asumida de su labor diaria. Si bien los casos de agresión física son los más visibles, la violencia verbal y el acoso intimidante son situaciones recurrentes que rara vez se denuncian o reciben respuesta por parte de la Administración.
EXIGENCIA DE PROTOCOLOS CLAROS Y VINCULANTES
El sindicato exige la implantación de protocolos claros y de obligatorio cumplimiento para abordar y prevenir estas situaciones. Actualmente, las respuestas ante las agresiones varían según el centro educativo, dependiendo de la interpretación de cada direc-ción, la inspección educativa y la propia Dirección Provincial, lo que genera una falta de criterios unificados y una respuesta ineficaz ante estos incidentes.
Uno de los ejemplos más preocupantes de esta desprotección se refleja en el actual protocolo de actuación, que establece como primera medida “contener la agresión” y advierte al agresor sobre las consecuencias de su comportamiento antes de solicitar ayuda externa. Esta aproximación, basada en la actuación de la propia víctima, refuerza la idea de que el profesorado debe gestionar las situaciones de violencia de manera individual, sin contar con un respaldo institucional firme y efectivo.
LA ADMINISTRACIÓN DEBE ASUMIR SU RESPONSABILIDAD
CGT reclama que la Administración educativa tome un papel activo en la protección del profesorado, posicionándose como parte afectada en cualquier caso de agresión, independientemente de su gravedad. Asimismo, insiste en que la carga de la denuncia y de la gestión de estos episodios no debe recaer en la víctima, sino en las instituciones responsables de garantizar un entorno de trabajo seguro y digno para el personal docente.
CONCLUSIÓN
CGT Enseñanza de Burgos insta a la Dirección Provincial de Educación a revisar los protocolos actuales y a garantizar un respaldo firme al profesorado ante cualquier tipo de agresión. La normalización de la violencia en los centros educativos no puede seguir siendo tolerada ni minimizada. La Administración debe actuar de oficio y proporcionar las herramientas necesarias para prevenir y abordar estos hechos, asegurando el respeto y la seguridad del personal docente en el ejercicio de su labor.
Fuente: CGT Enseñanza de Burgos