El pasado 14 de Noviembre de 2006, el Ministerio de Educación (MEC) ha dado el visto bueno a lo que será el próximo Real Decreto de Acceso a la Función Pública Docente, divulgando de forma entusiasta, junto con algunos sindicatos, que se ha solucionado el problema del profesorado interino.
Para CGT, estamos ante el último episodio de una gran burla hacia a las reivindicaciones y derechos del profesorado interino, burla que comenzó a fraguarse en los Acuerdos firmados el 20 de octubre de 2005 entre el MEC y los sindicatos CCOO, ANPE, CSIF y UGT, acuerdos que permitieron pactar una LOE que en su Adicional 12 y Transitoria 17, impiden una solución digna al problema del profesorado interino y que con este Nuevo Real Decreto de Acceso aprobado, sentencia definitivamente la precariedad laboral y los despidos para un importante número de profesores y profesoras con años de experiencia.
CGT lamenta y denuncia el cinismo propagandístico tanto del MEC como de algunos sindicatos anunciando a bombo y platillo los beneficios que este Decreto supone para que el profesorado interino consiga una puesto de trabajo estable.
La realidad es bien distinta. El Nuevo Decreto aprobado plantea un sistema de acceso por concurso oposición siendo necesario aprobar la fase de oposición. Por tanto, estamos ante una opisición tradicional pura y dura, memorística, selectiva, eliminatoria, descontextualizada de la realidad, que someterá a una nueva humillación social la profesionalidad del profesorado interino que ya posee sobrada experiencia.
Como ya sucediera en los años 90, las próximas convocatorias de oposiciones significarán el enfrentamiento entre el colectivo de interinos y los opositores sin años de experiencia, sometiendo al despretigio social toda la labor docente que viene desempeñando este colectivo de interinos que alcanza la cantidad de 80.000 en todo el Estado (unos 20.000 en Andalucía, 2000 de ellos en Jaén, por ejemplo), en defintiva más del 20% de la platilla.
Para CGT no se trata de que el profesorado interino esté reivindicando que le regalen un puesto de trabajo como funcionario sino el reconocimiento de sus servicios y su experiencia, la consolidación del empleo tras un tiempo de experiencia, como sucede en el mundo laboral o como se contrata con dinero público en la educación privada concertada, máxime cuando ningún interino actual está colocado a dedo sino tras un concurso público en el que se han respetado los criterios constitucionales de publicidad, igualdad capacidad y méritos.
Fuente: Federación Enseñanza CGT