Responsables del sindicato CGT han remitido una carta a la gerente del Hospital de Jerez, María Fernanda Raposo, denunciando la situación en la que se ha encontrado la planta de Hematología durante los últimos días, con la colocación en los pasillos de filtros altamente contaminantes por parte de la empresa responsable del mantenimiento de una campana de flujo laminar. Así lo han puesto de manifiesto fuentes de la Confederación General del Trabajo a este periódico, explicando que en la citada campana es donde se preparan los medicamentos de citostáticos, o sea, los que se utilizan para combatir el cáncer.
“Esta campana tiene filtros que se deben limpiar, para quitar las impurezas. Hay una empresa privada que cambia estos filtros y luego los retira. Son altamente contaminantes y no sabemos a dónde van, por lo que hemos remitido una carta a la gerente, porque nadie supervisa esto”. Según estas fuentes, los filtros han de ir en envases especiales para su destrucción y no pueden ser manipulados por cualquier persona, requiriendo necesariamente un lugar específico para su retirada.
manipulación del personal
“Lo que ha ocurrido ahora es que estas sustancias se han dejado en los pasillos de la planta de Hematología desde el viernes hasta el lunes al mediodía, y la gente de la limpieza las ha manipulado”. La CGT habla de dejación por parte de los técnicos de prevención de riesgos laborales del centro sanitario ya que, aunque su mantenimiento y custodia es de la empresa adjudicataria, la responsabilidad última pertenece al hospital. “La gerente tiene que hacer hincapié en la prevención en el trabajo, ya que de esta forma puede incluso que el personal no sanitario, como celadores o limpiadoras, estén expuestos a un tipo de enfermedades profesionales que no las tienen por qué coger ellos”.
Según un ATS de la planta de Hematología consultado por este medio, dichas sustancias son potencialmente cancerígenas, “ya que ocurre con ellas como con las radiaciones. Si son bajas se convierten en terapéuticas, pero altas pueden producir cáncer, que es lo que le sucedía antiguamente a los radiólogos, algo que en la actualidad no pasa porque se toman medidas”.
El peligro del abandono de los filtros en los pasillos de acceso a la campana de flujo laminar radica, de hecho, en que al no guardarse en recipientes herméticos desprenden una serie de gases que, según las fuentes sindicales, han creado una alarma entre los trabajadores por el peligro de las enfermedades que pueden conllevar.
“Al final, después de cuatro días los retiraron porque nosotros insistimos, pero lo que pedimos es que los responsables del hospital lo supervisen todo y pidan responsabilidades, por eso hemos hecho una queja formal a la gerente. No entendemos si los operarios saben que son malos, cómo los dejan ahí, sin que además tampoco cuenten con una zona adecuada de aislamiento”.
Fuente: almudena doña//www.publicacionesdelsur.net
