La nueva campaña de la Junta de Castilla y León sobre inserción laboral de la mujer está llena de rasgos sexistas. Una incoherencia más que debemos denunciar.

El día que recibimos en nuestro local los carteles de la nueva campaña publicitaria de la Junta de Castilla y León sobre la inserción laboral de la mujer, no salimos de nuestro asombro.


La nueva campaña de la Junta de Castilla y León sobre inserción laboral de la mujer está llena de rasgos sexistas. Una incoherencia más que debemos denunciar.

El día que recibimos en nuestro local los carteles de la nueva campaña publicitaria de la Junta de Castilla y León sobre la inserción laboral de la mujer, no salimos de nuestro asombro.

Una campaña que aboga por la igualdad de sexos llena de rasgos machistas. ¿Qué poder de persuasión puede tener eso, salvo el seguir manteniendo nuestros prejuicios sobre la incorporación laboral de la mujer ?

Para quien que no haya visto el cartel, o para quien, aún viéndolo, no haya podido percatarse de tales prejuicios, vamos a dar un repaso a las imágenes que en él aparecen.

En la parte derecha del cartel aparece una trabajadora (se supone por el mono de trabajo que lleva atado a la cintura) joven y guapa, con medidas “ideales” (90, 60, 90). Está perfectamente peinada y maquillada (aunque sutilmente manchada de grasa, del trabajo suponemos), lleva camiseta ajustada y escotada, y enseña el ombligo de una barriga totalmente plana. ¿Cuántas electricistas son así ? La campaña de publicidad debiera de mostrar una imagen lo más normalizada posible, lo más cercana a la diversidad, atreviéndose a proponer como modelo una mujer “NORMAL” y no seguir perpetuando todos esos rasgos sexistas que colman la publicidad de hoy en día. Estas imágenes publicitarias que llegan por doquier sobre una fémina perfecta, van conformando la imagen social de la mujer, como un mero objeto sexual y se van asentando en nuestro subconsciente, para más tarde aflorar. Por un lado anulando autoestima en las mujeres, pues reciben marginación y desprecio por no alcanzar el tallaje perfecto, y por otro en una prepotencia del hombre, que puede exigir y exige una mujer sumisa a su placer y que puede llegar a derivar en violencia. Lo que resulta escandaloso es que tal acto de sexismo lo realice la Junta de Castilla y León con su campaña de Igualdad de Género en el Trabajo. Y que estos carteles estén por toda la ciudad. Otra incoherencia más.

Mientras, en la imagen de la izquierda aparece una cartuchera de herramientas, se supone que de una trabajadora, dónde aparecen, aparte de herramientas de talleres de mecánica (destornillador, alicates…) varios objetos que se suponen propios de profesiones de mujeres : secador del pelo y un peine, pintauñas, brocha de maquillaje… Habría que tomar con precaución el mensaje de esta imagen. Porque si bien, como suponemos, lo que quiere trasmitir es la idea de que la mujer no sólo puede trabajar en estos oficios culturalmente entendidos como femeninos, sino también en aquellos en los que hasta ahora sólo tenían acceso real los hombres (mecánica, electricidad, fontanería…), esta misma imagen puede trasmitir otro mensaje. Los objetos de belleza dentro de unas alforjas de trabajo de taller, pueden también interpretarse cómo la necesidad de toda mujer de estar “guapa” incluso mientras se mancha de grasa. Si el receptor del mensaje únicamente percibe esto, nos encontraríamos con confirmaciones de prejuicios machistas. Esto es algo bastante plausible si atendemos a lo que lo que los psicólogos llaman sesgo del falso consenso. Este fenómeno del pensamiento explica la tendencia a buscar sólo aquello que concuerda con nuestras ideas ya asentadas con omisión u olvido de aquello que lo contradiga, y es un acto instintivo y natural del ser humano.

Después de este breve análisis, cabría preguntarse qué clase de profesionales formaban parte del equipo publicitario que se encargó de esta campaña de “(des)IGUALDAD de Género”. Pues siendo una campaña de la Junta de Castilla y León (y por lo tanto con una cierta envergadura y seriedad), debiera de contar con estudios psicológicos y sociológicos sobre el receptor y el tipo de mensaje enviado…, a no ser que su verdadera intención sea seguir manteniendo las cosas como están.



Par : CGT Salamanca



Fuente: CGT Salamanca