A los preocupantes anuncios sobre la futura política privatizadora de la educación pública aragonesa, fruto de los acuerdos del PP con VOX y PAR, se suma el sesgo de marcado carácter pro-concertada, antisindical, belicista, negacionista climática y de un rancio catolicismo de los máximos responsables de la nueva Consejería de Educación.

Jorge Azcòn ha desvelado los nombres que dirigirán la política educativa aragonesa durante los próximos 4 años y sorprende no sólo la recuperación de personas que ya formaron parte del equipo de la Consejería de Dolores Serrat, sino también la repetición de errores y sesgos que protagonizó la anterior política educativa de tan nefasto recuerdo bajo el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi.

Al igual que hace 12 años Claudia María Pérez Forniés, nueva Consejera de Educación, viene del ámbito universitario y adolece de un nulo conocimiento de las particularidades propias de la educación en el ámbito de las Enseñanzas Medias. Y al igual que hace 12 años, entonces en la figura del director general de personal Alfonso García Roldán, la nueva Consejera tiene vinculación con el Ministerio de Defensa y formación académica militar. Mucho nos tememos que su labor tratará de profundizar en la práctica esa afinidad que determinados sectores de la sociedad española establecen entre los “valores” patrioteros propios de la vida castrense y una educación belicista al servicio, entre otros, de la industria armamentística nacional. Las consecuencias humanitarias y medioambientales que provoca dicha industria no se atisban como prioritarias para la nueva Consejera de Educación.

No mucho mejor es el perfil del número 2 de la Consejería, el Secretario General Técnico Manuel Magdaleno Peña. Hace 12 años ya ocupó la Dirección de Política Educativa con Dolores Serrat y desde CGT criticamos el nombramiento de una persona que provenía de la escuela concertada. Licenciado en Derecho y especialista en derecho fiscal, tributario y contabilidad, Magdaleno Peña está relacionado con el mundo religioso y el ámbito jesuita. Fue profesor de economía en el colegio jesuita (y concertado) Jesús Mª el Salvador, donde acabó siendo Director; el primer director seglar desde 2005. Su papel en la Consejería fue el más perjudicial para la Escuela Pública aragonesa ya que la mayor parte de las medidas que puso en marcha fueron para beneficiar a la Escuela Concertada. Así, por ejemplo, el Programa Integral de Bilingüismo en Lenguas Extranjeras en Aragón (PIBLEA) fue, quizá, una de las peores medidas de aquella Consejería ya que supuso un grave trasvase de alumnado y fondos públicos a la concertada bajo la falsa bandera del bilingüiismo. También hubo momentos polémicos: bajo su dirección se denegó sistemáticamente la homologación de cursos relacionados con la resolución de conflictos, con la pedagogía libertaria o con la educación en valores, al mismo tiempo que homologaba a la Concertada cursos relacionados con pastorales religiosas. Los CIFEs también se vieron afectados por políticas educativas propias de otros tiempos ofertando cursos enaltecedores de la labor del Ejército o la Policía Nacional, convirtiéndose en amplificadores de una pedagogía del “orden y la disciplina” convenientemente complementada por otros cursos centrados en la insustituible función liberadora de la religión católica. Quizá lo más polémico fue el concurso de cortometrajes “provida” organizado bajo su dirección. Para CGT el nombramiento de el hasta ahora, de nuevo, director del centro concertado San Salvador es una muy mala noticia, no solo por su perfil y su más que oscuro bagaje, sino por ser cómplice de la política de recortes de Dolores Serrat.

El Director Provincial de Huesca con Dolores Serrat es el nuevo Director General de Personal. Las polémicas por los recortes en la provincia de Huesca y las políticas antisindicalistas y derechistas fueron la tónica durante su dirección. Sus amenazas de sanción a los huelguistas que secundaron las jornadas de huelga en 2012, la justificación del despido de más de 200 docentes, las quejas de ampas y centros por no cubrir bajas de docentes (como en el caso del IES Monegros-Gaspar Lax) o la supresión de los convenios de comedores escolares en el ámbito rural, son algunas de las medidas que preceden, y parece que dan mérito, a su nuevo y preocupante nombramiento.

Por último, ha sorprendido que no haya sido cesada Ana Monteagud, Directora General de Planificación e Igualdad, tras 4 años de ineficacia manifiesta. En estos cuatro años no sólo ha sido incapaz de publicar la nueva Orden de Inclusión, la conocida como 4ª Orden, sino que ha dirigido una nefasta política de planificación escolar, con continuas denuncias de los sindicatos por los incumplimientos de ratios y por el cierre de aulas públicas. Su última polémica actuación fue la supresión de las funciones dea figura de Coordinación de Convivencia e Igualdad en los centros, a pesar de haber una normativa que regula las funciones y ámbitos de actuación de dicha figura.

Y todo ello a la espera de una Dirección General para la Concertada, ocurrencia de un PAR que tiene más que acostumbrada a la ciudadanía aragonesa a su hipocresía y falta de escrúpulos políticos, ideológicos y morales con tal de aferrarse al poder.

Nos esperan cuatro años duros de recortes, privatizaciones y políticas con un fuerte sesgo ideológico derechista, cuando no ultraconservador, que no dudaremos en responder desde las calles y los tribunales.


Fuente: CGT-Enseñanza Huesca