El sindicato CGT denunció hoy el despido de siete miembros del comité de huelga —tres correspondientes a CGT y cuatro a Comisiones Obreras— de la empresa SAS en Abrera (Barcelona), que se dedica a la fabricación de salpicaderos para Seat y que vio afectada su producción por tres huelgas realizadas en los meses de mayo y junio.
CGT consideró que la decisión de la empresa es «una represalia y una venganza contra algunas de las personas que se han significado en la huelga», después de que Seat viera afectada su cadena de montaje por los paros y decidiera sancionar a SAS con 2 millones de euros de multa.
El sindicato explicó que en la carta de despido la empresa acusa a los trabajadores de haber realizado una «huelga ilegal» y de «tener defectos de forma en la convocatoria de la huelga», por lo que denunció una «campaña de intimidación y venganza» por parte de la empresa contra los que han intentado ejercer el derecho de huelga.
«Lo único que nos demuestran con esta actitud», aseguró el sindicato, es que «los trabajadores tienen razón cuando dicen que la gestión de esta empresa está controlada por personas autoritarias y radicales, que no escuchan y que no atienden a razones».
CGT también denunció que la empresa cambió el puesto de trabajo de los empleados de oficinas —que no estaban convocados a la huelga— para ponerlos en producción y paliar los efectos de los paros convocados por los sindicatos para reclamar el cumplimiento de los acuerdos sobre el traslado de trabajadores.
Precisamente, los empleados de la compañía SAS Abrera —antes Siemens-VDO—, con una plantilla de 400 personas, convocaron las tres jornadas de huelga para protestar contra la decisión de la dirección de la compañía de dejar a más de 50 empleados sin la posibilidad de trasladarse a las instalaciones de Seat en Martorell para fabricar el nuevo León y sustituirlos en su lugar por trabajadores eventuales.
Fuente:Europa Press