La planta de componentes para el automóvil ubicada en el Polígono Juan Carlos I obtuvo unas ganancias netas reconocidas de 16 millones de euros en el año 2004. A pesar de los beneficios, la dirección se niega en redondo a aceptar ninguno de los puntos propuestos en la plataforma reivindicativa sindical, unos puntos que, tal y como manifiestan los delegados de CGT supondrían mejoras laborales sin gasto alguno para la empresa.
“Nos planteamos elaborar una plataforma reivindicativa para que fuera aprobada por la empresa sin problemas, pero nos hemos topado con una actitud absolutamente cerrada”, informa uno de los integrantes del Comité de Empresa de Visteón-Sistemas Interiores de España S.L.
Visteón-Almussafes emplea a más de 400 trabajadores y su comité de empresa está conformado por 7 delegados de CGT (personal de producción) y 2 delegados del Sindicato Independiente (personal de oficinas). Lo que en un principio tendría que haber sido una negociación fácil entre Comité y empresa se ha convertido en un proceso boicoteado por la dirección.
El planteamiento de CGT es, a grandes rasgos, que se incrementen los salarios un 8% sobre lo estipulado en el Convenio del Metal, que se mejoren las condiciones de seguridad y salud (imprescindible a causa de los altísimos ritmos de la cadena de montaje que provocan numerosas bajas laborales), que se garantice más estabilidad en el empleo y que se disminuya el porcentaje de trabajadores contratados mediante Empresas de Trabajo Temporal.
Y es que, el coste de un trabajador por ETT es un 14% más alto que el de un asalariado directo. Desafortunadamente, Visteón prefiere emplear esta fórmula de contratación porque, según denuncian los delegados, la precariedad, la incertidumbre y la falta de derechos laborales aseguran una mano de obra sumisa.
Asimismo, las políticas estratégicas del fabricante estadounidense en Valencia durante el año 2004 se han centrado en aumentar más aún sus ganancias mediante un despido colectivo encubierto con la complicidad de UGT y una disminución de los costes laborales generalizada.Es el caso de la planta de Catarroja que fue cerrada para pasar la producción al Parque de Proveedores de Ford. Eso sí, la mayor parte de los trabajadores fue despedida y los recolocados perdieron una significativa parte de su salario a excepción de los empleados de oficinas cuyos sueldos (de más de 2.000 € frente a los 800 € que cobra el personal de producción) se vieron incrementados en un 16%.
A pesar de las reiteradas peticiones del sindicato para sentarse a negociar e incluso de la intermediación de la Conselleria de Empleo, Visteón-Almussafes sigue empeñada en hacer oídos sordos a las propuestas del sindicato. Parece ser que esta actitud responde a la política global de las multinacionales estadounidenses Ford y Visteón : reducir costes, precarizar el trabajo, ampliar ganancias y para ello acabar con el sindicalismo de clase, reivindicativo y no dispuesto a retroceder en los derechos adquiridos. “Ford teme que CGT continúe creciendo en el Polígono. Para tratar de evitarlo intenta impedir que firmemos un convenio beneficioso para los trabajadores y, además, trata de imponer a UGT como sindicato mayoritario” afirma uno de los delegados.
La huelga, consistente en paros de dos horas por turno, está prevista para el 11 de abril y finalizará el 22 del mismo mes.Cabe destacar que esta movilización podría paralizar todo el Polígono de Ford.
Gabinete de Prensa CGT-PV
Valencia, 23 marzo de 2005