Desde que comenzó la pandemia, todas las empresas que usan Call Center para gestionar las ventas o la atención al cliente, han propiciado el teletrabajo a sus trabajadoras/es por la fácil y segura viabilidad técnica que existe para realizar este trabajo. Todas las empresas, tanto las de telemárketing (Sitel, Emergia, Unitono…) como de los clientes para los que operan (Bancos, compañías telefónicas, aseguradoras…) trasladaron, como así ha ocurrido en otros sectores, sus oficinas, a los domicilios de sus empleadas y empleados, todos menos las empresas que trabajan para BBVA.

Este es el caso de la compañía Transcom World Wide Spain, que debido a la petición de su cliente, BBVA de “no fiarse” ni poder asegurar, según dicen, garantías de seguridad sobre sus trabajadores, se les ha denegado esta posibilidad.

Este es el caso de la compañía Transcom World Wide Spain, que debido a la petición de su cliente, BBVA de “no fiarse” ni poder asegurar, según dicen, garantías de seguridad sobre sus trabajadores, se les ha denegado esta posibilidad.

Por ello en medio de toda la pandemia todas estas personas (unas cuatrocientas) han tenido que seguir exponiéndose y trasladándose innecesariamente a unas instalaciones cercanas al Hospital Ramón y Cajal para realizar un trabajo que absolutamente todo el resto del sector, ha estado haciendo desde su casa. Incluso en el periodo en el que sólo las empresas de servicios esenciales debían de seguir prestando servicios, una empresa adherida al convenio de Telemarketing o Contact Center como es Transcom, obligó a estas trabajadoras/es a acudir al recinto cerrado y sin condiciones de salud óptimas de Transcom, para seguir produciendo.

Por si fuera poco, y pese a las manifestaciones, reuniones y denuncias constantes de CGT, Transcom incumple sistemáticamente todas las recomendaciones reflejadas en la guía de buenas prácticas que elaboró el Ministerio de Sanidad el 11 de Abril por lo que muchos trabajadores/as se han visto obligados/as a adelantar sus vacaciones o coger excedencias para evitar tal riesgo de contagio y como tanto las vacaciones como las posibilidades de mantenerse en excedencia sin cobrar empiezan a escasear y ante la inminente vuelta al trabajo de las más de quinientas personas contratadas por Transcom para las campañas de BBVA, la gota que ha colmado el vaso es que la dirección de Transcom está trasladando a muchas de estas personas a otras instalaciones en Pozuelo de Alarcón, los mismos puestos que hasta la pandemia ocupaban otros compañeros en campañas como Bankinter, Banco Santander, o Páginas Amarillas y que en estos momentos sí están teletrabajando porque se consideraba para ellos un riesgo para la salud, trabajar en estas instalaciones en vez de hacerlo desde casa. El último incumplimiento contra la salud pública de Transcom es su peculiar “interpretación” del reciente Real Decreto de usar mascarillas en el interior del centro de trabajo, la empresa ha comunicado a las trabajadoras/es que el uso de mascarillas no sólo no será facilitado sino que solo entienden su obligatoriedad en las zonas comunes.

Ante tanta indignación y numerosos abusos más contemplados a lo largo de estos meses, además de mantenerse abiertas diferentes denuncias y demandas ante las autoridades laborales, finalmente la gente ha estallado y a través del sindicato CGT, se ha convocado una huelga de 24 horas que podrá tener más réplicas en el futuro que incluiría a otros call center donde BBVA también impide el teletrabajo por no “fiarse” del trabajo y profesionalidad de las teleoperadoras/es.

Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT

 

 


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT