CGT condena el asesinato de un dirigente sindical en Colombia
Luciano Enrique Romero Molina, dirigente de Sinaltrainal (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos), fue asesinado en la madrugada del sábado en la ciudad de Valledupar Cesar. Luciano fue visto con vida aproximadamente a las 9 de la noche del 10 se septiembre y en la mañana del día 11 fue encontrado amarrado, torturado y en su cuerpo presentaba 40 cuchilladas.
CGT condena el asesinato de un dirigente sindical en Colombia

Luciano Enrique Romero Molina, dirigente de Sinaltrainal (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos), fue asesinado en la madrugada del sábado en la ciudad de Valledupar Cesar. Luciano fue visto con vida aproximadamente a las 9 de la noche del 10 se septiembre y en la mañana del día 11 fue encontrado amarrado, torturado y en su cuerpo presentaba 40 cuchilladas.

Este horrendo crimen hace parte y desgraciada continuidad en la interminable lista de dirigentes sindicales asesinados en Colombia, dentro de la estrategia de Terrorismo de Estado y por la persecución desatada por las empresas para exterminar el movimiento sindical. La Confederación General del Trabajo (CGT) condena una vez más al gobierno de Álvaro Uribe Vélez y su «mentiroso proceso de paz con los grupos paramilitares, que como vemos siguen masacrando población inerme y cuyos crímenes pretenden dejar en la total impunidad gracias a la Ley de Justicia y Paz».

Luciano E. Romero tenía actualmente medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos. Romero trabajó 20 años para Nestlé-Cicolac en Valledupar, de donde fue despedido el 22 de octubre de 2002 por un supuesto cese de actividades que fue declarado ilegal por el Ministerio de Protección Social. En el Juzgado Primero Laboral del Circuito de Valledupar.

Luciano era un destacado dirigente de Sinaltrainal y actualmente era delegado ante la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, desde donde realizaba sus actividades de solidaridad y atención humanitaria con los detenidos.

Por amenazas de muerte debió salir de Valledupar en distintas ocasiones. Desde finales de 2004 permaneció varios meses en Gijón en un programa de protección y solidaridad. A principios de año regresó a Valledupar Cesar, donde ayer fue encontrado sin vida.


Fuente: Rojo y Negro