Tras varias reorganizaciones debido al estado de emergencia sanitaria por la pandemia de SARS-Cov-2, desde el pasado mes de mayo el Servicio de Urología del CHUAC ha pasado a atender a pacientes de diversas patologías, y se ha añadido una tercera cama a varias de sus habitaciones.

 

Lo que parece una solución a la demanda asistencial entraña en realidad una peligrosa disminución de la calidad asistencial, poniendo en riesgo la salud de lxs pacientes y de lxs trabajadorxs que ha sido denunciada ante Inspección de Trabajo por el sindicato CGT.

Riesgo de contagio de Covid-19: a muchxs de lxs pacientes ingresadxs no se les realiza PCR, y tampoco a lxs familiares autorizadxs para las visitas. Actividades rutinarias como comer, tomar tratamientos orales o asearse se convierten en situaciones de alto riesgo para pacientes, familiares y personal.

Lo que parece una solución a la demanda asistencial entraña en realidad una peligrosa disminución de la calidad asistencial, poniendo en riesgo la salud de lxs pacientes y de lxs trabajadorxs que ha sido denunciada ante Inspección de Trabajo por el sindicato CGT.

Riesgo de contagio de Covid-19: a muchxs de lxs pacientes ingresadxs no se les realiza PCR, y tampoco a lxs familiares autorizadxs para las visitas. Actividades rutinarias como comer, tomar tratamientos orales o asearse se convierten en situaciones de alto riesgo para pacientes, familiares y personal.

Sobrecarga de trabajo: añadir camas en el servicio de urología no se ha acompañado del lógico refuerzo de plantilla, por lo que el mismo personal se ve forzado a apurar las tareas de dar de comer, acompañar al aseo, regulación de oxigenoterapia, administración de medicamentos, etc. Las malas condiciones de trabajo se traducen en una peor atención a lxs pacientes. Muchxs de lxs pacientes son total o parcialmente dependientes, esto unido a que las camas añadidas son mecánicas, obliga al personal a levantar el cabecero y piecero o realizar las movilizaciones a pulso.

Posturas forzadas o imposibles: Actividades tan habituales y aparentemente simples como vaciar orina de una sonda vesical o un drenaje, que están en los laterales de la cama, se convierten en escenas bizarras: la falta de espacio obliga al personal a ponerse en cuclillas con cuidado de no chocar con el mobiliario o las paredes, recoger recipientes llenos de fluidos e incorporarse con cuidado de no chocar y no derramar nada. Esta situación se repite innumerables veces al día.

Riesgo de vida: lxs pacientes más dependientes se ven obligadxs a pasar toda su estancia en el hospital encamadxs, ya que el sillón no cabe al lado de su cama y no podrían llegar al timbre si lo necesitasen.

Situaciones graves como desaturación de oxígeno, atragantamiento o parada cardiorespiratoria pueden convertirse en mortales debido a la falta de espacio: no hay acceso rápido y correcto a la oxigenoterapia ni a las tomas de respiración, ni sitio para el carro de parada cardiorrespiratoria ni para que todo el personal sanitario necesario, por lo que antes de tratar este tipo de urgencias se ven obligadxs a desplazar muebles y cabecerxs de cama perdiendo un tiempo imprescindible para salvar vidas.

CGT CHUAC considera inadmisible esta situación, que perjudica tanto al personal sanitario como a lxs

pacientes. SIN CONDICIONES ADECUADAS NO SE PUEDE ATENDER CON CALIDAD LA SALUD DE LXS DEMÁS.

 


Fuente: CGT-A Coruña