La Secretaría de Relaciones Internacionales de CGT celebra la caída del dictador Bachar El Asad y expresa su compromiso con la defensa de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria surgida de las raíces de la revolución de Rojava.
Ante los acontecimientos producidos en Siria en los últimos días, la Secretaría de Relaciones Internacionales de CGT celebra la caída del dictador Bachar El Asad, pero expresamos nuestra preocupación sobre la situación en la que queda la población de todo el país en medio de un conflicto atravesado por múltiples intereses geoestratégicos. Especialmente nos fijamos en la situación que se está produciendo en la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, único actor político centrado en la construcción democrática de una sociedad no fundamentada sobre la tiranía y la opresión. Los antecedentes de Hayat Tahrir al Sham (HTS) y su líder Abu Mohamed al Julani, ligados a Al-Quaeda, son las antítesis de lo que proponen los pueblos del noreste de Siria. Además, en la coalición que ha derrocado a El Asad están los fundamentalistas de la Coalición Nacional Siria (y el Ejército Nacional Sirio) financiada y patrocinada por el régimen criminal de Turquía. Precisamente Turquía tiene entre sus objetivos destruir la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, un proyecto de sociedad que está basado en la defensa de los derechos de las mujeres, la ecología, la organización comunal y la convivencia entre nacionalidades y religiones diversas. Como advierten lxs compañerxs de las Fuerzas Democráticas Sirias (YPJ e YPG): “La amenaza, por supuesto, está latente: el Estado turco ya moviliza a los mercenarios del ENS atacando la ciudad de Manbij, con el objetivo de ocuparla ilegalmente”.
Es innegable que lo ocurrido transforma el mapa político por los intereses de las grandes potencias imperialistas, desde Turquía a Israel, así como Estados Unidos o Rusia. Un tablero internacional que se ha atomizado especialmente desde el inicio del genocidio en Palestina. Es evidente también que una parte de la izquierda del Estado español ha sido voluntariamente ciega a las atrocidades que ha cometido el régimen Sirio durante décadas, demostrando una vez más una miopía política que solo se puede entender desde la connivencia con el más cruel de los autoritarismos. Desde CGT celebramos el final del régimen, y nos hacemos eco de las noticias que nos llegan de nuestrxs compañerxs de Rojava: “Quienes festejan la caída de Asad son los que resistieron durante décadas la opresión, la negación de sus identidades, la cárcel y la tortura, la pobreza planificada por parte del régimen del partido Baath. Quienes festejan son las compañeras, los hermanos, madres y esposas, nietos y nietas de los 15 mil mártires que enfrentaron a ISIS y lo derrotaron en 2019. Esos mártires eran kurdos, árabes, asirios, armenios, turcomanos, musulmanes, cristianos y yazidíes”.
En estos momentos complejos, desde la Secretaría de Relaciones Internacionales de CGT expresamos nuestro apoyo a la lucha del pueblo Kurdo, a la defensa de Rojava y el importante valor de su lucha en favor de una sociedad verdaderamente democrática, libre y diversa. Vamos a permanecer vigilantes para en la medida de nuestras posibilidades seguir ayudando a nuestras hermanas y hermanos en la consecución de una Siria verdaderamente libre y democrática, alejada de cualquier tentación fundamentalista y totalitaria.
¡Viva la solidaridad internacionalista! ¡Viva la lucha de los pueblos por su liberación!
¡Viva la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria!
Viñeta de Octavio Alberola
Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT