Las Marchas de la Dignidad es un movimiento social horizontal y participativo que se constituye para enfrentarse a las políticas anti sociales con un ataque muy grave a los bienes públicos en toda la cadena de la vida digna de las personas, así como un ataque muy grave a los derechos fundamentales de las personas, como es el trabajo y/o la renta básica para vivir con dignidad.
Las Marchas de la Dignidad se constituyen como herramienta de la ciudadanía, para que éstas sean capaces, con su lucha, de tirar abajo el sistema y recuperar derechos sociales, laborales y civiles, para todos y todas, a la vez que los banqueros, empresarios y políticos deben ser juzgados por sus actos de expolio de los bienes comunes, de robo a través del traspaso de cientos de miles de millones de euros de lo público al sistema financiero y la estafa que vienen cometiendo de manera sistemática, al llamar democracia a un sistema que no es sino un “chiringo” que garantiza la apropiación priv
Las Marchas de la Dignidad se constituyen como herramienta de la ciudadanía, para que éstas sean capaces, con su lucha, de tirar abajo el sistema y recuperar derechos sociales, laborales y civiles, para todos y todas, a la vez que los banqueros, empresarios y políticos deben ser juzgados por sus actos de expolio de los bienes comunes, de robo a través del traspaso de cientos de miles de millones de euros de lo público al sistema financiero y la estafa que vienen cometiendo de manera sistemática, al llamar democracia a un sistema que no es sino un “chiringo” que garantiza la apropiación privada de la riqueza que entre todos nosotros y nosotras generamos, por parte de una minoría social.
Las Marchas de la Dignidad son las personas de abajo, quienes sufren el desahucio violento y criminal de los poderes financieros y los jueces; son los millones de personas que han sido echadas de sus trabajos a la papelera de la exclusión, la precariedad y el empobrecimiento; son las personas a las cuales se les impide el acceso a una sanidad universal y pública, a una educación libre universal y pública, a ser cuidado y cuidada cuando se encuentran en situación de dependencia y/o necesidad. Son las personas que tienen que exiliarse laboral y socialmente, quienes sufren no solo la carencia del presente, sino que se les impone de manera estructural el no-futuro, quebrando cualquier expectativa de vida digna. Son las personas que han visto como ellas y las próximas generaciones futuras han contraído una deuda privada que nos condena a un mundo, a una sociedad, en la que tendremos que sobrevivir empobrecidos de por vida.
Los Sindicatos CC.OO y UGT, son parte del problema, son parte de este régimen pues, si hoy falta el trabajo, no sólo es por responsabilidad empresarial y política, sino que también los sindicatos del Pacto Social, desde 1977 (Pactos de la Moncloa), han firmado las políticas de despidos (colectivos e individuales) con las patronales de todos los sectores de la producción y la distribución: con su acuerdo en el 90% de todos los ERE, a la vez que han fomentado y firmado el retraso en la edad de jubilación y el empeoramiento en las cotizaciones sociales, regalándoles a los empresarios miles y miles de millones y fomentando los planes privados de pensiones.
Los servicios públicos (sanidad, educación, transporte, energía…) que debieran garantizar una vida DIGNA a todos y todas, han sido expoliados y privatizados. Las estructuras de CC.OO y UGT son responsables de las segregaciones y privatizaciones de los servicios públicos, al pactar con los distintos gobiernos y los poderes públicos gran parte de la privatización y mercantilización de los mismos y, en consecuencia, de sus efectos sociales sobre la mayoría social. La vivienda que, mientras nos privan de ella con sus desahucios, ellos participan en la toma de decisiones como consejeros de Bankia, la CAM, etc…
Desde CGT no compartimos que los sindicatos del régimen se quieran lavar la cara diciendo que son parte de Las Marchas de la Dignidad, al contrario, ellos como estructuras sindicales, son parte del problema. Son seriamente responsables de que hoy, la mayoría social que es muy digna, estemos sufriendo tanto, mientras ellos dilapidan recursos públicos con las tarjetas black y otros instrumentos “infecciosos” financieros que les proporcionan por ser parte del régimen.
EL 29N SIN UGT Y CCOO, POR DIGNIDAD