El proceso de desmantelamiento del ferrocarril iniciado con la entrada en vigor de la Ley del Sector Ferroviario viene acompañado de un proceso paralelo de desmantelamiento del empleo, de las condiciones laborales y de la seguridad. La nuevas Direcciones de las empresas de ADIF y RENFE-Operadora, que no son sino la herencia de la Dirección de la antigua RENFE, perseveran en la política que ha llevado durante los últimos años : mantener sus puestos a cualquier precio eludiendo su obligación de gestión del servicio público, eliminando los puestos de trabajo productivos que hacen el ferrocarril funcione, montando negocios a costa de lo público y llevando a cabo campañas de represión para eliminar cualquier protesta contra sus políticas privatizadoras.

El proceso de desmantelamiento del ferrocarril iniciado con la entrada en vigor de la Ley del Sector Ferroviario viene acompañado de un proceso paralelo de desmantelamiento del empleo, de las condiciones laborales y de la seguridad.
La nuevas Direcciones de las empresas de ADIF y RENFE-Operadora, que no son sino la herencia de la Dirección de la antigua RENFE, perseveran en la política que ha llevado durante los últimos años : mantener sus puestos a cualquier precio eludiendo su obligación de gestión del servicio público, eliminando los puestos de trabajo productivos que hacen el ferrocarril funcione, montando negocios a costa de lo público y llevando a cabo campañas de represión para eliminar cualquier protesta contra sus políticas privatizadoras.

Los trabajadores ferroviarios vienen soportado años de reducciones de plantilla, de incumplimientos reiterados de normas laborales y de seguridad, de pérdida de poder adquisitivo e incrementos de la productividad.

Una pésima gestión que se ha equilibrado con un esfuerzo de los trabajadores que no se ha reconocido, sufriendo agresiones continuas que se concretan en : cierre de estaciones y dependencias, privatización de los Talleres y venta de billetes, vulneración del derecho a la Movilidad y a la promoción profesional interna ignorando el principio de igualdad de oportunidades, el incumplimiento de las Normas de Seguridad y Salud o la garantía de la Seguridad en el Transporte Ferroviario.
Igualmente preocupantes resultan la intenciones del Ministerio de Fomento de desregular al estilo “británico” los trabajos ferroviarios poniéndose al servicio de los beneficios de las empresas privadas y olvidándose de la seguridad real en el transporte.

A todo esto hay que sumar el Incumplimiento de los acuerdos de desconvocatoria de las Huelgas convocadas en Circulación en 2005 por CGT y la represión sancionadora con que la dirección de ambas empresas pretenden eliminar el sindicalismo reivindicativo que no se pliega a sus intereses.

De no llegar a un entendimiento mínimo con las empresas ferroviarias en las reuniones que para evitar los conflictos se están llevando a cabo durante estos días, CGT convocará huelgas durante los meses de verano.


Fuente: SFF-CGT