Desde CGT queremos queremos sumarnos a la denuncia de los despidos sufridos de forma arbitraria e injustifiada por seis trabajadoras de la residencia Landazabal, en Burlada. Si la única razón que les ha llevado a la calle es su actitud reivindicativa en el trabajo, las consecuencias de esta maniobra son múltiples.
En primer lugar, se da un endurecimiento de las condiciones de trabajo del resto de la plantilla, que se ve todavía más reducida para hacer frente a las necesidades de los pacientes-usuarios. También se atemoriza a las trabajadoras a la hora de reivindicar los derechos que les pertenecen, ya que parte del Comité de Empresa ha sido despedido por esta razón. Por otro lado, se ve mermada la calidad de los cuidados administrados, con todo lo que ello implica en la dignidad y valoración del anciano en nuestra sociedad.
Por todo ello reclamamos la reincorporación de estas seis personas, el respeto a todos los derechos laborales y sindicales y la mejora de la calidad asistencial, dotando a las trabajadoras de los materiales y formación contínua necesarios.
Fuente: CGT Nafarroa