La Confederación General del Trabajo (CGT) asiste con profunda preocupación al último espectáculo mediático diseñado por el Departamento de Interior que, en esta ocasión, ha comportado cinco nuevas detenciones de manifestantes y activistas de la huelga general del 29-M.

La información de la que disponemos ahora mismo es que entre los detenidos hay dos estudiantes militantes del SEPC y de la CAJEI de Sant Andreu del Palomar y dos vecinos del barrio de Sants, uno de los cuales periodista de varios medios informativos, así como un activista de los movimientos sociales de Reus.

La información de la que disponemos ahora mismo es que entre los detenidos hay dos estudiantes militantes del SEPC y de la CAJEI de Sant Andreu del Palomar y dos vecinos del barrio de Sants, uno de los cuales periodista de varios medios informativos, así como un activista de los movimientos sociales de Reus.

El goteo de detenciones con la excusa de la huelga general del 29-M continúa y supone una represión que hacía muchos años que no sufríamos sobre los movimientos sociales y organizaciones que, con nuestra práctica cotidiana, luchamos contra las injusticias sociales. En algunos casos estas detenciones se han llevado a cabo simplemente para entregar citaciones a las personas detenidas, actuación que se puede hacer sin tener que recurrir a medidas de este tipo. Otros detenciones acaecidas últimamente, como las de los compañeros Xavi, Isma y Dani (del mismo 29-M) y la de nuestra compañera Laura Gómez (del 24 de abril), han supuesto medidas privativas de libertad inéditas en las últimas décadas contra militantes de organizaciones sindicales y sociales.

En las detenciones actuales, según diversas informaciones de última hora, los Mossos d’Esquadra pretenderían aplicar el art. 577 del Código Penal, que tipifica la integración de organización de criminales. Su aplicación siempre ha sido muy polémica (recordemos los casos de Núria Pòrtulas, los Tres de Gracia y el Joven de Torà) y finalmente ha sido desestimada por las autoridades judiciales competentes. Sin embargo, en un primer momento ha servido para criminalizar a las personas detenidas y sus ámbitos de militancia.

Desde la CGT queremos enviar, en primer lugar, un mensaje claro e inequívoco de solidaridad con las personas detenidas, sus familiares y las organizaciones a las que pertenecen. En segundo lugar pedimos a nuestros afiliados y afiliadas que muestren activamente su apoyo en las iniciativas antirrepressiva que se vayan organizando en los próximos días. Finalmente exigimos a los responsables políticos del Departamento de Interior que detengan esta auténtica caza de brujas contra personas y organizaciones que tenemos como objetivo defender los intereses de la gran mayoría de la población ante el expolio social que los gobiernos de turno y el gran capital están promoviendo con la excusa de la crisis.

La represión no nos parará.


Fuente: CGT Prensa Barcelona y SP Confederal de Cataluña