Con consternación asistimos nuevamente a la muerte de dos trabajadores mientras realizaban su trabajo. Dos días después de la muerte de cinco trabajadores en la mina Cerredo en Asturias, en Alcorcón han fallecido dos bomberos por inhalación de humo y uno de los bomberos heridos permanece en estado crítico en la unidad de quemados del Hospital Universitario de Getafe. Como sindicato de clase volemos a alzar nuestra voz ante unos hechos que ponen de manifiesto la falta de rigor y seguridad en los empleos de alta peligrosidad. Creemos que no es casualidad, sino el síntoma de una dejadez institucional que afecta al conjunto de la clase trabajadora, pero muy especialmente a este tipo de profesiones que precisamente piden una regulación específica en la que además de la seguridad cotidiana se apliquen medidas como los coeficientes reductores para este tipo de oficios.
Como CGT vamos a seguir denunciando lo ocurrido. Vamos a seguir saliendo a la calle para pedir que basta ya de muertes en el trabajo. Como decíamos hace dos días, en 2024 se produjeron en el Estado español 628.300 “accidentes de trabajo”, de los cuales 796 fueron mortales. Una cifra que es un auténtico escándalo y que afecta mayoritariamente a las personas que tienen relación con oficios y labores de riesgo. Los accidentes laborales no solo se pueden evitar con la precaución que ha de tener la persona trabajadora, la cual ha de estar formada correctamente por parte de la empresa para que se exponga al menor riesgo posible al realizar su trabajo; sino que se evitan con inversión tanto pública como privada, con planes de prevención efectivos, que miren por la vida y la salud de las personas trabajadoras y no por los intereses económicos de las empresas.
No somos números
CON NUESTRA SALUD Y CON NUESTRAS VIDAS NO SE JUEGA
Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT