La tendencia habitual, es la de pensar que siendo Roca una de las grandes empresas catalanas, con gran prestigio en todo el estado y con beneficios extraordinarios, estos han de contribuir a que las condiciones laborales, sociales y económicas de sus emplead@s se vean mejoradas, pero desgraciadamente esta no es la realidad, l@s trabajador@s de roca padecen cada día en sus puestos de trabajo unas condiciones extremadamente penosas, con esfuerzos físicos propios de mulos de carga, ritmos de trabajo bestiales y todo ello acompañado en la mayoría de ocasiones por instalaciones tercermundistas.
Por si todo esto no fuese suficiente, desde que roca inició su expansión internacional aproximadamente a finales del año 1999, y como consecuencia de la deslocalización de producciones la plantilla se ha ido reduciendo de forma paulatina y sin apenas hacer ruido.
Pero la voracidad de Roca no tiene límite, y en el objetivo de convertirse en la primera firma a nivel mundial de productos sanitarios se ha marcado el objetivo de destruir la mayoria de puestos de trabajo de sus fábricas españolas.
Lo cierto es que la pura y dura realidad de Roca consiste en una implantación de sus fábricas en todo el mundo y principalmente en países no desarrollados donde las condiciones laborales, sociales y económicas se encuentran a años luz de las que disponemos en el Estado español.
Lo más lamentable de esta política es que para la construcción o adquisición de estas fábricas Roca emplea los beneficios obtenidos con el duro trabajo durante años de sus trabajador@s en el Estado español y como agradecimiento a su fidelidad y entrega, poco a poco los va dejando sin trabajo, ante la constante desviación de producciones.
Y ahora aprovechándose de la presunta crisis de la construcción, roca, con el apoyo de los sindicatos oficialistas (UGT y CCOO), presenta un expediente de extinción de contratos para 398 trabajador@s.
Precisamente para el colectivo más indefenso, el de aquell@s trabajador@s mayores de 55 años, y en unas condiciones económicas paupérrimas. El 85% de su salario neto, 2 años de paro a expensas de ayudas y subvenciones públicas y al cumplir los 63 pasan a la jubilación, perdiendo en el mejor de los casos un 12% del importe que les hubiese correspondido si se jubilasen con la edad ordinaria.
Nos intentan vender que este es el precio del mal menor, tanto la empresa como sus cómplices, pero este no es el camino, debemos de exigir el cumplimiento de los acuerdos establecidos en convenio y que pasan por que est@s trabajador@s puedan acceder a la jubilación parcial con contrato de relevo al cumplir los 60 años, con el 100 % de su salario garantizado y de este modo garantizando el rejuvenecimiento de las plantillas sin que se produzca destrucción de empleo.
Y esto… ¿Hasta cuándo va a durar ?, ¿Hasta cuándo lo van a seguir permitiendo las instituciones públicas, las autoridades políticas y laborales ? ¿Y l@s trabajador@s de Roca ?
La única realidad es que para poner freno a esta deslocalización injustificada de nuestras empresas, necesitamos el apoyo y la lucha de la totalidad de la ciudadanía de Gavá y Viladecans, porque no nos engañemos, no es un problema reducido a Roca.
Al final esta pérdida de producciones repercute en la economía de las localidades donde la empresa se encuentra ubicada, ya que también desaparecen los puestos de trabajo de las empresas auxiliares.
Pensamos que existen motivos sobrados para movilizarnos, debemos pelear unidos por la garantía de nuestros puestos de trabajo, por la garantía de nuestras producciones, por unas condiciones laborales dignas….
Porque debemos demostrarle a Roca que….
¡¡ Con nuestros puestos de trabajo no se juega !!
Fuente: Sección sindical CGT-Roca