Huesca, a 20 de enero de 2023 – La caída de las temperaturas acorde a esta época del año y la llegada de la primera ola de frío siberiano deja a los centros educativos ante una situación delicada por la falta de medidas y liquidez para afrontar el gasto de la calefacción.

Si hace unos meses el problema eran las excesivas temperaturas y la falta de medios para combatirlas en las aulas aragonesas, ahora es el frío. Ha tardado, pero el invierno y las bajas temperaturas ya están aquí. Pero este curso con un problema añadido, el aumento del precio del gas supone un aumento en la factura de la calefacción que muchos centros no van a poder asumir.

Son varios los factores que se están conjugando en este momento. El primero es la factura del gasóleo que se ha disparado; en cuatro cursos prácticamente se ha doblado. Tenemos constancia de algún instituto que ha pasado de gastar 9800 euros en 17.000 litros de gasoil en 2018 a gastar casi el mismo dinero, 8522 euros, en menos de la mitad de combustible: 8 mil litros. El segundo problema es la falta de liquidez, si bien es cierto que parece que en algunos casos han empezado los ingresos a los centros del dinero asignado para gastar este curso, en otros no tienen «siquiera un reconocimiento del libramiento a recibir», la demora de los mismos da como resultado que haya centros que están comprando gasoil para las calefacciones a sabiendas de que no pueden pagarlo por no tener liquidez. Son muchos los casos, y esta falta de liquidez les impide hacer frente, en la mayoría de los casos, a las facturas de la calefacción. Y por último, el deterioro de muchos de los edificios públicos y la falta de mantenimiento impiden una eficiencia térmica, necesaria en estas fechas. La suma de lo anterior hace que algunos centros que tienen horario vespertino se encuentren con la calefacción apagada en las horas con menos alumnado pero con más frío.

Por parte de las distintas administraciones, por ahora, silencio y poca ayuda. Las entidades locales, de las que dependen los centros de Infantil y Primaria, han mandado instrucciones en las que se limita la temperatura a 19º, se limita su encendido al horario mínimo necesario, mantener puertas cerradas… el mismo tipo de medidas que se dieron este verano para evitar las altas temperaturas en las aulas y que no sirvieron de nada. Pero este sindicato no tiene constancia alguna de que por parte de la DGA se hayan enviado instrucciones en los centros de Secundaria y FP, tal y como nos comunican diferentes centros educativos, ni mucho menos noticias del aumento presupuestario con el que poder hacer frente a la factura de la calefacción. En octubre se valoraba desde la Consejería de Educación una partida adicional para estos gastos, se sigue esperando en los centros. En la Universidad, hace unas semanas se anunciaba la limitación de horario de encendido de calefacción.

«Trabajamos con niños y niñas en la mayoría de los casos. Las bajas temperaturas, al igual que las altas, generan problemas para la salud de nuestro alumnado. La misma normativa que el verano pasado sirvió para presentar denuncias ante Inspección de Trabajo, dando la razón al profesorado, marca un mínimo de temperaturas en los centros y aulas; 17º» apuntan fuentes sindicales. «Entendemos que la Administración tomará, más pronto que tarde, cartas en el asunto y dará liquidez a los centros para afrontar este gasto necesario».


Fuente: CGT-Enseñanza Huesca