En Toledo ya sólo hay ferrocarril de alta velocidad, han eliminado el tren
convencional y todas las paradas intermedias dejando sin conexión
ferroviaria con Toledo las poblaciones de alrededor. Ganar 40 minutos de
viaje le cuesta al usuario 2,85 euros más cada viaje o 52 euros más al mes
en los bonos, pasando el bono mensual de ser ilimitado a ser de 40 viajes,
todo se ha encarecido, también a las arcas públicas le ha costado la
millonada de la infraestructura nueva y los consumos energéticos son muy
superiores al del tren convencional, todo por 40 minutos menos de viaje,
pero para llegar a la misma hora que el tren convencional, que era más
barato, la ganancia horaria no existe.
Para Valladolid y Segovia puede ser una referencia lo que supondrá la
llegada de la alta velocidad, el usuario lo notará en un incremento
sustancial del coste del billete, como así ocurrió con la alta velocidad
por Zaragoza y Lérida, con un precio por kilómetro superior al de Toledo,
después de dos años de andadura siguen las quejas por precios “caros” y
frecuencias insuficientes.
Las administraciones están usando el dinero de todos para poner el
transporte ferroviario al servicio de unos pocos, mientras se olvida de
los estudiantes, los jubilados, las familias y los trabajadores, quienes
necesitan un transporte público asequible y el que se usa todos los días,
esta debía ser la prioridad. Ya hay estudios para posibles servicios de
cercanías en Zaragoza, en Vigo y ampliar el de Sevilla ; en Valladolid
debería existir ya este servicio entre Medina del Campo y Palencia. Las
cercanías son de los pocos servicios ferroviarios que seguirán siendo
subvencionados por el Estado y debe ser la verdadera apuesta para el
desarrollo de la zona y para la mejora de la calidad de vida de la
ciudadanía.
Guillermo Martín Cabello
Secretario General
Transportes y Comunicaciones
SFF-CGT Valladolid
Fuente: Guillermo Martín Cabello/Transportes y Comunicaciones SFF-CGT Valladolid
